
Con exhibiciones innecesarias de nudismo, exposiciones de niños hipersexualizados, banderas multicolores y eslóganes de todo tipo se desarrolló una protesta contra el presidente de Argentina, Javier Milei, por sus declaraciones en el Foro económico Mundial, bajo el lema de "marcha antifascista y antirracista".
El evento se llevó a cabo el sábado anterior en todo el país bajo la denominada "Marcha por el Orgullo Gay". En la ciudad de Buenos Aires, participaron representantes de organismos sindicales, políticos e integrantes del colectivo LGBT.
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La manifestación tuvo diferentes puntos de concentración, pero la atención se centró en lo ocurrido en la capital del país. Desde el Congreso Nacional hasta la Casa Rosada, sede del gobierno, desfilaron alrededor de 100 mil personas, según información de los organizadores. En comparación, la marcha en defensa de la educación pública realizada hace unos meses reunió a aproximadamente 800 mil personas en el mismo lugar.
Lo que dijeron los organizadores
“Milei ataca esta vez a un grupo poblacional, pero ya vimos durante el primer año de gestión que si le molestan los jubilados, ataca a los jubilados. Si le molestan los estudiantes, ataca a los estudiantes, a las mujeres, y ahora estamos nosotres (sic). Milei se opone a cualquiera que tenga derechos que no acompañen la brutalidad de su visión. Así se crea el camino a la demagogia: reduciendo y silenciando sectores poblacionales, atacando y tomándonos como enemigos”, declaró Alba Rueda, activista trans y parte de la organización de la marcha.
Rueda también afirmó que la convocatoria tenía un “llamado transversal” y no solo dirigido a personas que integran el colectivo LGBT. “Es importante que se sumen todes (sic). La convocatoria no se limita solo a los derechos LGBTIQ+ o a los movimientos sociales que ataca Milei”.
Lemas como “al clóset nunca más” se mezclaron con consignas netamente opositoras como “basta de ajuste”. La convocatoria de los colectivos de género derivó en una gran manifestación de repudio a Milei bajo las banderas del “antifascismo y el antirracismo”.
A los grupos organizados se sumaron personas sin filiación política y familias con niños. Incluso, la Iglesia Católica expresó su postura. El Arzobispado de Buenos Aires criticó mediante un comunicado una valla policial colocada frente a la Catedral para evitar disturbios: “El Arzobispado de Buenos Aires quiere expresar que la imagen que hoy brinda la iglesia mayor no fue por decisión eclesiástica y a todos vuelve a reiterar su convicción de que nada se construye con el odio y la división”.
La mirada del Presidente
Por su parte, Javier Milei concedió una entrevista al canal de noticias argentino LN+, donde afirmó que los grupos progresistas “tergiversaron” sus palabras y “editaron un video para que muchos argentinos pisaran el palito”.
“Inventaron una mentira. Editaron parte de mi discurso en Davos, que era un discurso de 29 minutos y medio. Hay un fragmento que dedico a demoler el edificio woke, eso dura un minuto y medio y ellos hicieron un fragmento, tomaron uno de los ejemplos de 14 segundos y le pusieron un remate de ese bloque (...) a partir de ahí se propaga una mentira y terminan apareciendo las mismas caras de siempre”, insistió Milei.
Antes de la entrevista, a través de su cuenta de X, Milei ya había respondido a un usuario de esa red social: “Me apena mucho que hayan sido usados por las basuras del Partido del Estado mediante un video que fue editado, cuando la versión completa del mensaje no brinda lugar a dudas”.
Además, el presidente argentino sostuvo que a él le “molesta solamente” que quieran “usar al Estado para imponer cosas”. Para el mandatario, ese fue el punto central que atacó en Davos. “Cuando ataco al wokeismo, por más que les cueste entenderlo, al socialismo real y al comunismo, el muro se les cayó y aplastó a los zurdos. Ese sistema no funciona. Donde se aplicó, no funcionó. Fue un fracaso económico, material, socio-cultural y, además, mataron a 150 millones de seres humanos”, comparando así la ideología progresista con la caída del Muro de Berlín y el colapso del comunismo en Alemania en 1989.
También afirmó: “si no adherís a la ideología de género, no sos ni homofóbico ni transfóbico. La ideología de género llevada al extremo conduce al abuso. Por ende, son pedófilos. Parece una cosa menor, pero no lo es”.
Y agregó: “el feminismo era una causa liberal. Hoy el feminismo es hombre contra mujeres. Si vos no adherís a este formato que proponen, sos un misógino. Aparece la etiqueta, la censura, la cancelación. El wokeismo es profundamente violento”.
El Presidente consideró que hubo un “uso y abuso” político de la marcha y que “se unen todos en contra de una sola persona”, en referencia a sí mismo.
Vea a continuación la entrevista al presidente Javier Milei: