La organización humanitaria, World Vision, presente en Brasil desde hace 48 años, y Embraer, una de las mayores compañías fabricantes de aeronaves del mundo original de Brasil, enviaron 20 toneladas de insumos esenciales para los afectados por las inundaciones en ese país sudamericano. La carga aérea, que llegó a la ciudad de Canoas, incluía alimentos, agua y artículos de higiene. Desde el incidente, la organización ha movilizando recursos para proporcionar 15.000 "kits de ternura" para más de 200.000 niños en la región.
Así lo habían anunciado hace unos días donde se habían comprometido a movilizar al sector privado para que invirtieran 8 millones de dólares para responder a la emergencia en el suministro de canastas de alimentos, agua potable, colchones, abrigo, camas, kits de higiene, de saneamiento y de cuidado infantil, entre otros artículos en la zona afectada por las cruentas lluvias y posteriores indundaciones.
Porto Alegre, la capital del estado más meridional de Brasil, podría enfrentarse a graves inundaciones en las próximas semanas, según advirtieron expertos de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS). Esta situación amenaza con agravar los problemas de más de medio millón de personas que ya se han visto obligadas a abandonar sus hogares. “Podría pasar un mes antes de que el agua retroceda por debajo de los niveles de inundación”, indicó un portavoz del Instituto Nacional de Meteorología (INMET) en una conferencia de prensa.
“Esta es una de las mayores tragedias en Brasil. Haremos lo posible e imposible para garantizar que los niños y sus familias tengan lo que más necesitan en este momento”, comentó Thiago Crucciti, Director Nacional de World Vision Brasil.
Esta organización también está instalando espacios amigables para la niñez en refugios, para brindar cuidado emocional y protección. Todavía hay 104 personas que están desaparecidas y casi 70.000 personas viven en albergues a la espera de que el agua baje y puedan reconstruir sus viviendas.
“Los kits de ternura brindan a los niños y adolescentes afectados un entorno seguro a través del juego”, concluyó Crucciti.
