La organización de ayuda humanitaria cristiana World Vision, centrada en la infancia, tiene voluntarios en la zona de desastre en Brasil y apoyará a 70.000 familias con alrededor de 200.000 niños en Rio Grande do Sul, al sur del país. Las inundaciones causadas por las precipitaciones y el desbordamiento de ríos dejaron un nivel de devastación sin precedentes que ya se cobró al menos 95 muertos, 131 desaparecidos y más de 420 comunidades afectadas con alrededor de 159.000 desplazados. Estos números equivalen a cuatro quintas partes del estado -donde viven 11 millones de personas- afectadas por lluvias torrenciales. Según los pronósticos se avecinan más lluvias, lo que complicará los esfuerzos de recuperación.
La ONG está movilizando al sector privado para que invierta 8 millones de dólares en la respuesta de emergencia para el suministro de apoyo psico-social, canastas de alimentos, agua potable, colchones, abrigo, camas, kits de higiene, de saneamiento y de cuidado infantil, entre otros artículos.
“Pretendemos proporcionar ayuda inmediata para renovar las viviendas dañadas y apoyar los medios de subsistencia mediante transferencias de efectivo. Esto permitirá a las familias comprar alimentos, medicinas y mobiliario doméstico esencial en los próximos meses", dijo Thiago Crucciti, director nacional de World Vision en Brasil.
Muchas carreteras del estado están intransitables, lo que dificulta el acceso a los pueblos y ciudades más pequeños. Las autoridades están utilizando aviones para distribuir alimentos y suministros médicos. La empresa de suministro de agua Corsan declaró que una quinta parte de sus millones de clientes de Rio Grande do Sul no tienen agua corriente. Los servicios de electricidad, teléfono e Internet no funcionan en decenas de municipios.
El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó el estado con miembros de su gabinete. Como resultado de su visita de la situación señaló como “imposible evaluar el impacto total de las inundaciones” como así de “los fondos que se necesitarán para la recuperación y la reconstrucción”. La dificultad inicial es que ningún alcalde, ni el gobernador del estado, son conscientes de los daños que se han producido. La situación sólo se aclarará “cuando baje el agua y veamos lo que ha ocurrido realmente”. El mandatario además anunció la designación de un paquete de 9.800 millones de dólares para asistir a los damnificados, según publicó la agencia EFE de noticias en su cuenta de X (antes Twitter). “Está todo el país sensibilizado para atender lo más rápidamente posible a las personas”, declaró Lula.
Mientras tanto World Vision ya tiene una respuesta en marcha. Cuando los gobiernos evalúan bajo burocracias la ONG lanza sus propuestas y actúa en consecuencia. “Nuestra máxima prioridad es salvaguardar la salud mental y física de los menores, que actualmente está profundamente comprometida. World Vision distribuirá 15.000 kits de ternura, diseñados para restaurar el bienestar emocional durante estos tiempos turbulentos. Cada kit representa un paso hacia la recuperación y la normalidad”, indicó Thiago Crucciti.
Además para prevenir el riesgo de abuso y violencia contra los niños, World Vision pondrá en marcha dos espacios seguros para niñas, niños y adolescentes en las comunidades afectadas, garantizando apoyo psico-social y protección a la infancia en situación de riesgo. Variables que pueden acontecer en medio del caos y la desesperación. El Consejo Tutelar, en el municipio de Canoas, dio a conocer que 104 niños están separados de sus familias.
Eduardo Leite, gobernador de Rio Grande do Sul, advirtió el martes por la noche de que se avecinan más peligros. Se espera que una masa de aire frío traiga nuevas tormentas. Es probable que las temperaturas caigan en picada y que vuelvan las lluvias torrenciales a algunas zonas del estado durante el fin de semana. “No es momento de volver a casa. La proyección es que las lluvias puedan generar fuertes inundaciones”, dijo Leite en rueda de prensa.
El esfuerzo de colaboración por parte de la Iglesia Evangélica agrupada en la Alianza Evangélica Brasileña (AEB) sigue en crecimiento. Desde Caxias do Sul, Cacciano Luz, director ejecutivo de la alianza, anunció (mediante la cuenta de Instagram de la institución) que el programa Alianza por la Vida ya cuentan con una dotación de 500 voluntarios aprobados y que están trabajando en el campo.
Además pidió oración para sortear las dificultades que surgen con el traslado de voluntarios debido a las consecuencias que dejó la lluvia. Asimismo, insitó a que "oren para que no llueva más en los próximos días".