José Ángel Hernández, pastor y autor del libro “Memorias de una nación en guerra”, un profeta y conocedor de la situación profética que sufre la nación venezolana, habló con Diario Cristiano y brindó detalles sobre lo que viene a este país.
Lo primero que dijo, casi sin anestesia, es que lo que Venezuela vive hoy “no es producto de que la gente se cansó del bipartidismo, sino que viene de un trasfondo espiritual. Y ese trasfondo espiritual fue causado por los ministros de Venezuela. Ya que desde el año de 1963, hace 60 años, Dios habló acerca de lo que iba a acontecer en este tiempo”.
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Hernández se dispuso así a brindar una detallada y minuciosa línea temporal sobre las profecías alrededor de Venezuela, su pueblo, su historia actual y el desenlace que esperan en un futuro.
“Posteriormente, Dios incrementó su trato y su revelación con la Iglesia a partir de los años de 1983 con una revelación que el Señor le dio al pastor Orlando Anzola cuando éste estaba en Terraza, España. En un servicio de oración él comenzó a hablar en lenguas y a llorar, y a profetizar diciendo: 'pobrecita, pobrecita, pobrecita Venezuela, no sabes lo que te viene. Eres cabeza y te convertirás en cola porque te van a robar, te van a saquear y te van a destruir'. Luego, en el año 1984, vino a Venezuela a predicar el Congreso de la Juventud Embajadores de Cristo de las Asambleas de Dios el reverendo Carlos Jiménez, quien contó una experiencia que tuvo. Un sueño donde el Señor le mostró un gobierno de corte militar que iba a regir a Venezuela y que en el período de este gobierno la Iglesia iba a experimentar una persecución al punto de que muchas iglesias serían quemadas, otras convertidas en cuarteles y posteriormente muchos ministros serían encarcelados. En el año de 1988, comienza Dios a develar detalladamente lo que va a acontecer en el país y la causa que lo originó”, relató.
Con un tono pacífico pero enérgico empezó a desmenuzar con detalles aquello que llama “palabra dada por Dios”, así que como quien deshoja una margarita, Hernández narra la historia. “Lo que originó toda esta tragedia fue el pecado del cuerpo ministerial. Dios escogió a la organización más grande de ese tiempo en Venezuela, que todavía sigue siendo la más grande: las Asambleas de Dios y le dio la revelación detallada. Paso a paso, de lo que iba a acontecer en el país si no nos arrepentíamos. Entonces Dios nos concedió oportunidades. Nos envió predicadores de diferentes países que nos exhortaban con lo mismo: 'arrepiéntase en el adulterio, la fornicación, la mentira, la licencia para pecar', pero muy pocos nos arrepentimos”.
Hernandez tiene un programa radiofónico llamado “Clamor por Venezuela” donde cada mañana brinda información, ora y revela detalles de lo que sucede dentro del país, y a la vez remarca, recuerda y exhorta de acuerdo a lo que le fue dado.
Volviendo al relato acerca del pecado que ministros venezolanos no denunciaron o al que no renunciaron, Hernández continuó: “Fue allí donde el Señor habló diciendo que por cuanto no nos habíamos humillado nos entregaría en las manos de un gobierno comunista que sería liderado por una zarza, como la zarza que vio Moisés. Y que esa zarza sería Hugo Rafael Chávez Frías. Muchos creyentes no quisieron aceptar porque Hugo Chávez Frías no se conocía en ese tiempo. Nadie sabía que existía una persona llamada así en los cuarteles de Venezuela. Era todavía tiempo del gobierno de Carlos Andrés Pérez, que fue un gobierno al cual Dios sentenció diciendo que iba a poner a Pérez nuevamente en la presidencia pero que a la mitad de su reinado lo iba a cortar. Allí asume Ramón J. Velásquez. Luego viene Rafael Caldera. Caldera se convierte en los cinco minutos de receso que da Dios para que le buscáramos. Pero es pista de que no buscamos a Dios. Entonces, Dios nos entrega en las manos de Hugo Chávez Frías, quien iba de último en las encuestas y de la noche a la mañana comienza a crecer al punto de que superó a todos los demás políticos. Algunos con experiencia, con arrastre”.
Ahora, según confesará el profeta, comienza el mal de males. “En efecto, Hugo Chávez Frías inicia su gobierno. A partir de allí comienza ese juicio profético basado en la política donde ese presidente fue una zarza. Lo que hizo fue quemar a los héroes del Líbano, los empresarios, los banqueros incluso hasta el ministro del evangelio prominente fueron quemados por Hugo Chávez Frías. Porque ellos participaron en la insurrección del 11 de abril del 2001”, relató para dar paso a una explicación más detallada aún. “Una vez que Dios le determinó a Chávez el período de gobierno incluso el mismo se enteró porque yo fui personalmente al Palacio de Miraflores, invitado por el Secretario Privado del entonces presidente para que él llegara a conocer de mis labios la palabra profética que Dios había dado a la nación”.
“Le dije al coronel Eduardo Centeno Menas que el tiempo que Dios le había establecido a Hugo Chávez Frías serían trece años de gobierno y que a partir del año trece éste no seguiría reinando. Y en efecto Chávez gobernó un bienio, un quinquenio y casi un sextenio. Cuando iba para su bienio Hugo Chávez Frías muere, y asume Nicolás Maduro. Dios habló en el año de 1988 que la liberación que iba a experimentar Venezuela no iba a ser por la vía electoral sino es de los dolores de parto. Y en todo parto hay llanto, hay sangre y hay dolor”, indicó.
“Entonces hoy en día, hemos llegado a un proceso electoral único donde el pueblo se ha abocado a salir a la calle cansado del hambre, de la opresión, de la miseria, del abuso, de la pobreza y han puesto sus esperanzas en María Corina Machado y en Edmundo González y yo, personalmente, considero que estamos llegado al tiempo de los dolores de parto”.
Hizo una pausa en el relato y continuó: “¿Qué significan esos dolores de parto? Significa que este gobierno comunista no sale por la vía electoral porque están comprometidos con el narcotráfico, con el terrorismo, con mafias internacionales. Ellos saben que tienen muchos casos abiertos en muchas naciones. Por ello no les queda de otra que usar el horror y el terror, más el fraude electoral para atornillarse. Pero el pensar de Dios es la liberación esa que viene porque Dios constituyó un pequeño remanente en la nación que desde el año de 1988 hasta el presente ha venido proclamando que todo esto sucedería”.
“A causa de ese pequeño remanente —dijo con énfasis en ‘remanente’—Dios le va a dar la liberación, la victoria a Venezuela. Dios va a dar una nueva patria. El Señor ilustró a Venezuela como una vieja moribunda que estaba embarazada. Que quería parir pero no tenía fuerzas. Pero en la medida en que el clamor del remanente y de la Iglesia se intensificaba, la vieja comenzaba a recibir fuerza. Y esa fuerza la usaba para pujar y parir a esta hermosa criatura que, será como José en el Antiguo Testamento, donde todas las naciones vendrán a ella. No en busca de granos, sino en busca de unción. Porque la unción será permanente en Venezuela. El último y más grande avivamiento de la historia se está gestando ahorita en Venezuela. Y de allí se va a extender a todas las naciones en este corto período de tiempo”, reveló.
“Por ello yo considero que todo este proceso electoral va a servir como detonante para que se inicien los dolores de parto… ¿en qué sentido? en que algunos de los de la oposición, María Corina o Edmundo González van a correr con la desgracia de que van a atentar en estos días contra sus vidas, o no le van a reconocer el triunfo tal como lo tiene planificado el gobierno. Y que en esta oportunidad no va a ser como el triunfo de Enrique Capriles quien habiendo triunfado antes de que dieran los comicios reconoció a Nicolás Maduro como presidente porque lo presionaron. Hoy estamos viendo las condiciones donde vemos que el cuerpo ministerial o gran parte del cuerpo ministerial en vez de humillarse y quebrantarse ante el Señor, y reconocer la condición lo que ha hecho, se identifica con Nicolás Maduro. Lo han beatificado. Lo han honrado. Le han dado profecía de que vienen siete años de prosperidad. Algunos evangélicos dicen que el único que puede garantizar la paz para Venezuela es el presidente Nicolás Maduro. Y por eso llaman a la Iglesia a votar masivamente por el presidente Maduro, garante de la paz al nivel de apostasía. Hasta aquí ha llegado el cuerpo ministerial mientras que otro sector se ha identificado con Edmundo González. Han pactado con ellos. Entonces está es la división y lo que les va a llegar por sorpresa va a ser una confrontación cívico-militar que el Señor la describió como una guerra civil donde el gobierno actuando con un grupo de cuatro ejércitos mercenarios que tienen en Venezuela, va a arremeter contra el pueblo venezolano”.
En su evaluación el profeta aseguró que “las condiciones están dadas”. Básicamente porque “el pueblo está en la calle” y “le perdió el miedo a Nicolás Maduro”. Para este ministro si el gobierno no reconoce, en caso que así ocurra, la derrota o que atenten contra María Corina o contra Edmundo González “ese pueblo va a salir como en el 2014 pero de una forma masiva a protestar. Y es allí donde al gobierno no le va a quedar otra alternativa que reprimir, usar a los mercenarios cubanos, colombianos, rusos, islámicos que tiene Venezuela para arremeter contra el pueblo”.
La sensación es de incertidumbre. O quizás de certidumbre, porque sea cual sea el resultado electoral Venezuela enfrentaría una guerra sociopolítica en las calles. Hernández lleva muchos años denunciando y anunciando, ¿será éste el tiempo del cumplimiento profético? Habrá que esperar para conocer los primeros resultados del escrutinio. Veedores internacionales, medios de todo el mundo, venezolanos de a pie, todos están con la vista puesta en las urnas.
