
La Alianza Evangélica Latina (AEL) confirmó dos importantes participaciones institucionales para este año: la realización de su 12ª Asamblea General en Cartagena de Indias, Colombia, y la representación oficial en la 55ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se celebrará esta semana en Antigua y Barbuda.
Por un lado, la organización informó que su asamblea anual tendrá lugar del 8 al 12 de septiembre de 2025 en el Hotel Dorado Plaza de Bocagrande, Cartagena. Bajo el lema “Influencia de las Iglesias evangélicas en Iberoamérica”, la cita reunirá a líderes evangélicos de toda la región.
“La Asamblea convocará a los miembros de la Junta Directiva, presidentes de entidades miembro y asociadas, coordinadores de comisiones, presidentes de denominaciones evangélicas e invitados especiales”, informó la entidad en su sitio oficial.
Durante el encuentro se debatirán temas clave para el movimiento evangélico, se realizarán reuniones de trabajo, plenarias y momentos de oración. Además, se espera definir estrategias de participación pública y acción social en los países iberoamericanos.
Por otro lado, AEL también confirmó la participación de su canciller, el reverendo Eduardo Gómez, en la Asamblea General de la OEA, que se celebra del 25 al 27 de junio en la ciudad de St. John’s, Antigua y Barbuda.
“Será la primera vez que Antigua y Barbuda reciba este importante evento hemisférico”, destacó AEL, que en esta ocasión busca reforzar su presencia en instancias internacionales, promover la libertad religiosa y defender valores provida y profamilia.
La presencia de la Alianza en la OEA representa un paso más en su compromiso por participar activamente en foros multilaterales y espacios diplomáticos donde se debaten temas sensibles para la región.
Actualmente, la Alianza Evangélica Latina nuclea a consejos, alianzas y confraternidades evangélicas de 22 países de Iberoamérica. La entidad trabaja en la defensa de la libertad religiosa, la vida, la familia y los derechos humanos, al tiempo que busca fortalecer la unidad entre iglesias evangélicas y promover una presencia cristiana relevante en la sociedad.
Con estos dos compromisos institucionales, la AEL refuerza su papel como referente regional del movimiento evangélico, con capacidad de diálogo tanto en el ámbito eclesiástico como en espacios de decisión política y social.