
Daniel, un joven de 16 años diagnosticado con autismo severo nivel 3, vivió un momento cargado de emoción el pasado sábado al ser bautizado en una ceremonia especialmente adaptada a sus necesidades en la comodidad de su hogar, según informó el portal brasileño Guiame.
Un bautismo accesible y personalizado
Dado que Daniel no puede sumergirse en el agua, la ceremonia se realizó mediante aspersión. Un pastor preguntó directamente al adolescente: “¿Crees que Jesucristo murió por tus pecados y resucitó para darte una nueva vida?” Luego, con ayuda de un alfabeto visual, Daniel “escribió” “sí” dos veces, confirmando su decisión y declarando su amor por Jesús .
El pastor afirmó: “Como ministro del Evangelio, te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. La madre, Cláudia Boechat, describió el momento como “uno de los días más felices de mi vida” y destacó lo conmovedor que fue ver cómo su hijo, aunque no verbal, pudo declarar su fe con claridad: “Él es autista y no hablante. Y eso no lo impidió”.
Reconocimiento y sensibilidad pastoral
Glauco Ferreira, líder del proyecto “Autismo na Igreja” en Instagram, elogiـó la iniciativa y explicó que para algunos adolescentes con autismo, ser sumergidos en el agua podría provocar miedo o crisis sensoriales. Destacó que lo esencial del bautismo no es la cantidad de agua, sino la profundidad de la gracia de Dios .
Un paso de inclusión y amor
Este bautismo representa un significativo avance en la inclusión religiosa de personas con discapacidad, demostrando que es posible adaptar prácticas cristianas tradicionales para que sean accesibles a todos. La familia, el pastor y la comunidad celebraron un acto sencillo, pero cargado de fe y amor, en un entorno íntimo y lleno de sentido.