El pasado martes 14 de mayo, feligreses desconsolados de una ciudad francesa encontraron una estatua de María decapitada y los bancos de la iglesia en llamas, menos de dos meses después de que saliera a la luz un informe sobre casi 1.000 crímenes de odio contra cristianos el año pasado en Francia.
Los bomberos apagaron el incendio antes de retirar los bancos y sillas calcinados de la iglesia católica de Santa Teresa de Poitiers, según informó La Nouvelle République. Las paredes, el suelo y los artefactos resultaron dañados por el hollín, por lo que fue necesaria una limpieza especializada.
El reverendo Albert Jadaud, que en julio cumple 50 años de sacerdocio, no notó nada sospechoso cuando llegó a las 8.30 de la mañana ese día.
“A las 11 de la mañana tenía una cita con un responsable de seguridad contra incendios”, cuenta Jadaud a La Nouvelle République. “Abrimos la sacristía y, justo cuando quería ir al coro, me dijo que no fuera. La iglesia estaba llena de humo. Como es un antiguo bombero de París, tomó las medidas necesarias”.
La iglesia cerró temporalmente al público, y el incidente obligó a trasladar un servicio funerario a Migné-Auxances.
No era la primera vez que los vándalos atacaban el edificio de la iglesia, ya que en 2022 un funcionario eclesiástico encontró otras estatuas decapitadas.
El vandalismo siguió a un reporte sobre casi 1.000 crímenes de odio contra seguidores de Cristo en Francia en 2023, según informó un funcionario del Ministerio del Interior francés.
El 20 de marzo, el ministerio publicó estadísticas que mostraban que los delitos y crímenes racistas, xenófobos o antirreligiosos habían aumentado un 32% en 2023. La publicación no especificaba cuántos de ellos eran crímenes de odio anticristiano.
Camille Chaize, portavoz del ministerio, sí confirmó casi 1.000 crímenes de odio anticristiano conocidos en una entrevista con la emisora de radio cristiana francesa fcr.fr. En respuesta a una pregunta de la locutora sobre los incidentes que afectan a los cristianos, dijo que el 90% de ellos tenían como objetivo propiedades como edificios de iglesias y cementerios. El 10% restante se refería a agresiones contra 84 cristianos. Según Chaize, aunque no estaba claro si las agresiones eran verbales o físicas.
El Ministerio del Interior, que emitió el informe original citado por Chaize, declaró que, como en años anteriores, “la mayoría de estos delitos y faltas, así como de estas multas, registrados por los servicios de seguridad, son insultos, provocaciones o difamaciones (61% de las faltas y casi todas las multas)”.
En total, los servicios nacionales de policía y gendarmería registraron 15.000 infracciones de carácter antirreligioso, racista o xenófobo en 2023.
Como consecuencia, las autoridades de todo el país movilizaron 10.000 fuerzas de seguridad para la Semana Santa de Pascua, según el Observatorio de la Intolerancia y el Odio contra los Cristianos en Europa (OIDACE).
A pesar de la falta de especificidad por parte del gobierno francés sobre la naturaleza de los crímenes de odio anticristiano, el aumento de este tipo de incidentes en las últimas décadas sigue siendo “preocupante”, dijo Anja Hoffmann, directora ejecutiva de OIDACE. Los cristianos del país han denunciado tanto violencia como presiones provenientes de distintas fuentes, declaró Hoffmann a Christian Daily International.
“Por un lado, la laicité francesa se traduce a menudo en un laicismo radical que exige la exclusión de la religión de la esfera pública y del propio puesto de trabajo, lo que puede equivaler a restricciones de la libertad religiosa”, dijo Hoffmann. “Por otra parte, hay ciertas zonas clasificadas como barrios bajo la influencia del islamismo radical donde ser cristiano o cristiano converso suele ser objeto de intimidación, discriminación o violencia”.
OIDACE registró “casos bastante preocupantes de crímenes de odio anticristiano en Francia” desde principios de este año. Entre ellos, cinco incendios provocados, varios casos de vandalismo grave y destrucción de cruces públicas e incluso un cementerio con escritos islamistas que incluían el lema “Hoy es la tierra de los infieles, mañana la tierra del islam”.
Hoffmann afirmó que la policía francesa ha reforzado la seguridad en torno a festividades cristianas como la Pascua, debido a la preocupante tendencia de los edificios eclesiásticos y las fiestas de celebración “a convertirse en objetivos del terrorismo y la violencia en el país”.
“Según los datos de la policía francesa de los últimos años, los crímenes de odio contra los cristianos ascienden a casi tres incidentes al día, con una cifra estable de unos 1.000 crímenes de odio contra los cristianos al año”, añadió Hoffmann.
Publicado originalmente en Christian Daily International.