En un trágico lapso de pocos días, Colombia ha sido escenario de dos brutales asesinatos que han conmocionado a la comunidad cristiana. El pasado 29 de diciembre, dos hombres en motocicleta ejecutaron a sangre fría a la familia pastoral Lora Rincón en el municipio de Aguachica. Apenas días después, el 8 de enero, otro pastor, Iván Darío García González, fue asesinado de manera similar tras predicar en la iglesia cristiana Nuevo Renacer.
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29 de diciembre: Una familia pastoral masacrada
La primera tragedia ocurrió en el restaurante Sorbetes y Jugos, en el centro de Aguachica, un municipio del departamento de Cesar. Los atacantes abrieron fuego contra el pastor Marlon Lora, su esposa Yorley Rincón, y sus hijos Ángela Lora Rincón y Santiago Lora Rincón. Aunque Santiago resultó herido, falleció dos días después en una clínica local debido a la gravedad de las heridas.
Las investigaciones preliminares, según reportes de un diario nacional, descartan que el ataque fuera un error. En cambio, las autoridades están explorando un posible vínculo con un familiar cercano del pastor, quien habría tenido conexiones con una red delictiva, lo que podría apuntar a un ajuste de cuentas como motivo del crimen.
En ese sentido, las averiguaciones se centraron alrededor del hermano del pastor Marlon Lora y su pasado judicial. La premisa en este momento ha sido verificar si el familiar del hombre posee nexos con una organización delincuencial que tiene presencia en la zona.
“La información que nos ha llegado y que se está verificando es que el familiar del pastor al parecer tendría nexos con una organización delincuencial de la zona”, dijeron desde la Policía según informó el diario El País de Colombia.
Además se conoció que al hermano del pastor se lo vincula con alias ‘El Calvo’, presunto narco que apareció muerto, dos días antes de que ocurriera la masacre de la familia.
8 de Enero: Un pastor y una feligresa atacados
El segundo ataque ocurrió el 8 de enero. El pastor Iván Darío García fue interceptado por un hombre armado que le disparó a sangre fría al menos seis veces. En el mismo acto, una feligresa, Soldais Mendoza, resultó herida en el brazo. Tras recibir atención médica, se encuentra fuera de peligro.
García tenía 29 años y era reconocido por su labor pastoral. "Era un hombre entregado a su misión de guiar a las almas hacia el bien. Nos daba esperanza en medio de las dificultades”, señaló a El Tiempo Ángela Mendoza, quien asistía a la iglesia y fue testigo del asesinato.
Según el medio Pulzo, Karen Niebles esposa de García, señaló que su esposo estaba recibiendo llamados telefónicos que ella considera que eran extorsivos y de los cuales desconoce su contenido. “Eran números privados. Nunca quiso contarme detalles para no preocuparme, pero creo que lo estaban extorsionando”. indicó. Esta sospecha está cobrando fuerza en la investigación del caso, aunque las autoridades aún no confirmaron ninguna hipótesis concreta.
Clamor por justicia
Estos hechos han provocado la reacción de organizaciones cristianas como la Confederación Evangélica de Colombia (CEDECOL), que condenó los ataques como una grave violación a la libertad religiosa. CEDECOL instó a las autoridades a actuar con celeridad para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
La violencia contra líderes religiosos plantea un sombrío panorama para la libertad de culto en el país y evidencia la necesidad de redoblar esfuerzos para proteger a quienes dedican su vida al servicio de sus comunidades.
Diario Cristiano intentó obtener declaraciones de la presidente de CEDECOL la pastora Lyda Arias, con el fin de conocer en primera persona cuál es el sentimiento o la realidad persecutoria a la pastoral colombiana, pero pasada una semana de espera no logró recibir respuestas.