La organización World Vision, dedicada a la protección de la niñez, alertó que “los incendios en la Amazonía han consumido más de 6 millones de hectáreas entre junio y septiembre de este año, aumentando los riesgos para la salud, los medios de vida y el bienestar de miles de familias y sus hijos”.
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En Bolivia, los incendios arrasaron un área equivalente al tamaño de Países Bajos o Dinamarca (aproximadamente 4 millones de hectáreas, o 40.000 kilómetros cuadrados). En Brasil, la destrucción alcanzó las 2,4 millones de hectáreas, un territorio similar al tamaño de Bélgica. Mientras tanto, en Loreto, Perú, más de 2.000 hectáreas de tierras agrícolas están afectadas por el estrés hídrico, y 201 alertas de incendios podrían agravar aún más la situación.
Los incendios han causado estragos en países como Ecuador, Brasil, Bolivia, Perú, Venezuela y Argentina, justo cuando el hemisferio sur entra en primavera. Estos eventos no solo devastan la tierra, sino que también dañan la atmósfera. La quema de vegetación ha incrementado las emisiones de gases de efecto invernadero, según advirtió el Servicio de Monitoreo Atmosférico europeo Copernicus esta semana. Brasil y Bolivia han liberado 210 megatoneladas de dióxido de carbono en 2024, debido a una ola de incendios agravada por una sequía histórica.
“El fuego está destruyendo bosques, pastizales para el ganado y cultivos. Además, está contaminando el aire, haciéndolo irrespirable y peligroso para la salud de los niños y niñas, y el verano aún no ha llegado completamente”, afirmó Luis Corzo, Director de la Iniciativa de la Cuenca Amazónica de World Vision.
Corzo subrayó la urgencia de actuar frente al cambio climático y al aumento de las temperaturas: “Se nos está acabando el tiempo, las sequías son cada vez más severas y están obligando a las familias a desplazarse para salvar sus vidas, medios de subsistencia y acceso a servicios básicos como salud y educación”.
En respuesta a esta crisis, World Vision ha proporcionado dispositivos de conectividad remota para mejorar la comunicación y la prevención en comunidades rurales de la cuenca del río Solimões, uno de los afluentes del Amazonas en Brasil. “En colaboración con AVANADE, líder en soluciones de inteligencia artificial y software, buscamos empoderar a las comunidades y fortalecer sus sistemas de alerta temprana”, agregó Corzo.
Además, la organización ha creado brigadas lideradas por menores, principalmente adolescentes, para prevenir y combatir incendios. Hasta la fecha, 264 niños están involucrados de manera directa y 800 de manera indirecta en Brasil. La estrategia de World Vision para enfrentar el aumento de las sequías y la intensificación de los incendios debido a prácticas ilegales en los bosques, se basa en el uso de tecnologías y el empoderamiento de las comunidades locales. En Brasil, ya se registran más de 461,000 personas afectadas por más de 19,000 focos de incendio activos en toda la región amazónica, lo que ha forzado el cierre de escuelas, hospitales y otros servicios esenciales, obligando a las entidades educativas a retomar la enseñanza virtual, como durante la pandemia.
“los incendios en la Amazonía han consumido más de 6 millones de hectáreas entre junio y septiembre de este año, aumentando los riesgos para la salud, los medios de vida y el bienestar de miles de familias y sus hijos”. World Vision
La situación es especialmente grave en Bolivia, la Amazonía brasileña y el Pantanal, que están emitiendo niveles récord de gases contaminantes en los últimos 20 años. “Los incendios están reduciendo las fuentes de agua limpia, contaminando el aire y amenazando los medios de vida de las familias y sus hijos. Estamos trabajando para prevenir el desplazamiento forzado de las familias por el cambio climático, fomentando estrategias lideradas por la comunidad y la niñez. Sin embargo, necesitamos más apoyo para ampliar nuestro alcance”, advirtió Corzo.
Por su parte, Maricruz Gutiérrez, Gerente de Asuntos Humanitarios y Emergencias (HEA) de World Vision Bolivia, destacó la cooperación con las fuerzas armadas para capacitar a miembros de la comunidad en el municipio de San José de Chiquitos como bomberos y para ofrecer servicios de salud básicos a los afectados. “También hemos proporcionado combustible para vehículos locales, facilitando el transporte o evacuación de familias en peligro. La magnitud de los incendios exige la participación activa de las comunidades para construir resiliencia y mejorar su preparación ante los riesgos creados por sequías cada vez más intensas”, comentó.
World Vision está ayudando a las familias a proteger sus cultivos, especialmente aquellos que producen frutas como medio de subsistencia, mediante la excavación de zanjas para frenar los incendios. Asimismo, ha proporcionado equipos de primeros auxilios y para bomberos, y ha mejorado la disponibilidad de agua, conectando tanques de almacenamiento doméstico a hidrantes.