Jack Hemmings, cofundador del ministerio Mission Aviation Fellowship (conocido en español como “Alas de Socorro”) y veterano de la Segunda Guerra Mundial, falleció el mes pasado a la edad de 103 años.
La vida de Hemmings en la aviación comenzó a los 19 años, cuando en 1940 se ofreció como voluntario para formar parte de la tripulación aérea. Durante la guerra, estuvo destinado en la India británica, donde participó en combates contra las fuerzas del Imperio de Japón y fue condecorado con la Cruz de la Fuerza Aérea por su valentía ejemplar en vuelo.
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"Tuve la distinción de ser el único alcanzado gravemente por el fuego enemigo", comentó en una ocasión.
"Volé para inspeccionar el puerto de Taungup y me recibieron con una lluvia de proyectiles incendiarios ascendentes. Hubo una fuerte explosión detrás de mi cabeza y algo explotó justo cuando el artillero de cola informó, con bastante calma: ‘Jack, hay muchos agujeros en el ala’."
El nacimiento de Alas de Socorro
Tras la guerra, Hemmings fundó Alas de Socorro junto a su compañero veterano de la Real Fuerza Aérea Britámica (RAF), Stuart King. En 1948, ambos realizaron un vuelo de seis meses a bordo de un Miles Gemini sobre el centro de África para evaluar las necesidades de las comunidades de la región. Su misión de reconocimiento terminó abruptamente cuando su avión se estrelló contra una ladera, aunque ambos salieron ilesos.
A pesar de este incidente, Alas de Socorro creció hasta convertirse en una de las mayores organizaciones de ayuda aérea del mundo.
En la actualidad opera 120 aeronaves en África, llevando suministros médicos y ayuda humanitaria a comunidades remotas. Hemmings llegó a describir la organización como "el Buen Samaritano internacional del aire".
Homenajes a una vida extraordinaria
Familiares y figuras del mundo de la aviación han rendido tributo a Hemmings por su legado.
Su esposa, Kate, expresó: “‘Lovely Jack’ (Encantador Jack), esa era la frase que tantas personas decían al conocerlo por primera vez. De hecho, esas fueron mis palabras después de nuestro primer encuentro. Su motivación era humanitaria, brindar esperanza y aliviar el sufrimiento humano. Oh, mi querido Jack, este mundo será muy extraño sin ti, pero lo has dejado en un lugar mejor tras haberle entregado 103 años de amor”.
El CEO de Alas de Socorro en el Reino Unido, Donovan Palmer, comentó: "Me impactó la humildad de Jack y su profundo compromiso con quienes viven en aislamiento y las oportunidades que ofrece la aviación para ayudarles. La vida de Jack ha tenido un impacto en más personas de las que él mismo podría haber imaginado."
El capellán jefe de la RAF, el Venerable Dr. (Air Vice-Marshal) Giles Legood, elogió su labor humanitaria: "Jack Hemmings ha marcado una diferencia inmensurable en la vida de muchas personas en numerosos países de bajos ingresos. De hecho, muchos le deben la vida a él y al legado que ha dejado. Su humildad silenciosa y su determinación para hacer el bien son verdaderamente inspiradoras."
Además, se cree que Hemmings fue el hombre de mayor edad en pilotar un Spitfire, ya que el año pasado volvió a ponerse a los mandos de la icónica aeronave. Su yerno dijo en una ocasión que la cabina de un avión era su "entorno natural".