Como parte del proyecto Misión Caleb se llevó a cabo una semana de evangelismo en varias comunidades al norte del Perú donde los voluntarios bautizaron a 500 personas que recibieron a Cristo. Misión Caleb es un programa voluntario de servicio social y evangelismo que anima a los jóvenes a dedicar sus vacaciones para fortalecer congregaciones pequeñas y alcanzar a nuevas personas.
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Durante el mes de julio, tiempo de receso invernal en el cono sur de las Américas, jovenes de todo el Perú fueron convocados para realizar tareas evangelísticas y llevar el mensaje de Jesucristo a los lugares más difíciles de llegar del país. En este evento destacado, jovenes de iglesias locales dedican sus vacaciones o hacen una pausa en sus actividades diarias para participar de una semana completa de evangelismo.
Bajo el lema "Evangelismo a Gran Escala", movilizaron a más de 200 evangelistas que dejaron una huella muy profunda en las comunidades de Nueva Cajamarca y Yurimaguas. Allí, los misioneros voluntarios se desplegaron a diversas localidades y alcanzaron áreas tanto con presencia adventista como aquellas donde no existen adventistas.
Parte de las actividades realizadas incluyeron las "Tardes Misioneras", un programa de visita a las personas interesadas en conocer más del evangelio que permitió a los participantes establecer nuevos lazos y brindar apoyo personalizado.
Además, los muchachos participaron de las "Noches de Poder", conocidas como la "Semana de Oración" de esta semana especial. La campaña finalizó con una emotiva y significativa ceremonia de bautismos. Como punto principal de la campaña de evangelismo, estuvo la comunidad nativa de Panán, ubicada a ocho horas de Yurimaguas por río, donde más de 100 personas fueron bautizadas.
Aunque esta etapa ha concluido, Misión Caleb se trasladará a otras zonas como Moyobamba, Río Hoja, Amazonas, Tarapoto y Huallaga. Del 14 al 20 de julio, estas comunidades se unen a la campaña evangelística, desafiando a llevar más personas a los pies de Cristo.