Un numeroso grupo de motociclistas se congregó frente a la Iglesia Metodista San Juan, en Santiago de Cuba, para participar en un culto especial el pasado 27 de mayo, según información del medio Luzvisión en redes sociales. Este evento tuvo como objetivo principal la oración e intercesión por la provincia y pedir a Dios por la reducción de los accidentes de tránsito en la zona.
Durante el culto, los asistentes llevaron a cabo una ceremonia de unción para bendecir sus motocicletas y cascos, mientras se elevaban plegarias por su protección. Además, se reporta que varios motociclistas aceptaron a Jesús como su Salvador, según diversas publicaciones en Facebook.
Las imágenes compartidas por la comunidad metodista muestran un momento significativo: es la primera vez que una denominación evangélica en Cuba invita específicamente a motociclistas y choferes a unirse en oración por su bienestar y seguridad.
Este acto refleja cómo la obra de Dios continúa extendiéndose por toda Cuba, transformando la sociedad con el mensaje del Evangelio y reafirmando que “Cuba es de Cristo”.
La invitación específica a motociclistas por parte de una denominación evangélica es un hito significativo. Tradicionalmente, las iglesias han estado más centradas en los fieles que asisten a pie o en vehículos convencionales. Al extender la invitación a motociclistas, la Iglesia Metodista San Juan demuestra una apertura y un deseo de incluir a todos los miembros de la comunidad, independientemente de su medio de transporte.
Otras denominaciones en la isla podrían admirar esta iniciativa como un ejemplo de cómo la Iglesia puede impactar positivamente la vida cotidiana de las personas. Pueden verlo como un testimonio de fe y una forma de abordar problemas sociales desde una perspectiva espiritual.
En el contexto de las restricciones y represiones por parte del régimen cubano a la libertad religiosa, el acontecimiento adquiere una significación especial. A pesar de las dificultades y la vigilancia estatal, los feligreses de ésta congregación decidieron valientemente reunirse para orar por su seguridad y protección en las calles.