
La frágil calma en la frontera norte de Israel, establecida por un alto al fuego en noviembre de 2024, parece estar llegando a su fin. Según un informe del medio Israel 365 News, funcionarios de defensa israelíes advierten que Hezbollah está reconstruyendo activamente su infraestructura militar en el sur de Líbano y preparándose para lo que fuentes de inteligencia denominan una "guerra futura".
En respuesta a esta amenaza, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han intensificado sus ataques aéreos en el interior del Líbano, apuntando a operativos de alto rango y depósitos de armas. El domingo, ataques israelíes eliminaron a dos figuras clave: Ali Hussein al-Mousawi, un traficante de armas vinculado a la Guardia Revolucionaria de Irán, y Abd Mahmoud al-Sayed, un representante de Hezbollah en el área de Naqoura.
Según Israel, ambos eran centrales en el esfuerzo del grupo terrorista por rearmarse tras las pérdidas sufridas en el conflicto anterior.
La escalada actual sigue a la guerra de 2023-2024, que comenzó cuando Hezbollah abrió un frente norte en apoyo a Hamás tras las masacres del 7 de octubre.
Durante casi un año, el grupo terrorista lanzó ataques diarios contra Israel, desplazando a decenas de miles de residentes. El conflicto culminó con el asesinato del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, y una operación encubierta del Mossad que detonó miles de buscapersonas de comunicación del grupo.
A pesar de esos golpes, el sucesor de Nasrallah, Naim Qassem, rechazó desafiantemente las demandas de desarme. "Poseer armas es una parte inseparable de nuestro derecho legítimo a defender nuestra patria", declaró Qassem el domingo en la televisión Al-Manar, afiliada a Hezbollah. "La resistencia es un derecho legítimo".
Estos comentarios contradicen los acuerdos de alto al fuego de 2024, que exigían el desarme de todos los grupos paramilitares en Líbano. Qassem insistió en que las decisiones internas del Líbano no son asunto de Israel. "El estado libanés decide cómo quiere operar internamente", afirmó. "Israel no tiene nada que ver con esto".
Funcionarios estadounidenses han expresado su preocupación. El enviado estadounidense, Tom Barrack, advirtió la semana pasada que la negativa de Hezbollah a cumplir con el desarme "hace que la reanudación de las hostilidades sea cada vez más probable".
Por su parte, el Comando Norte de las FDI ha completado su ejercicio a nivel de división más grande desde 2023, simulando operaciones coordinadas por tierra, aire y mar. El ejército informa haber eliminado a unos 330 operativos de Hezbollah en ataques de precisión desde que entró en vigor el alto al fuego.
Analistas de seguridad en Israel, como Zvi Yehezkeli, advierten que, aunque Hezbollah se está rearmando, sigue siendo cauteloso ante una confrontación total, pero buscará probar los límites de la respuesta israelí.





