La emoción y el furor que rodean el Campeonato Europeo en curso, la UEFA Euro 2024, están proporcionando una plataforma para que los jugadores de fútbol cristianos compartan sus testimonios sobre Jesucristo.
Rubén Vargas, de 25 años, que juega en la posición de mediocampo con Suiza y también con el FC Augsburg de la Bundesliga, mostró su fe tras la victoria de su equipo sobre Italia en la ronda 16va del torneo el sábado 29 de junio.
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Vargas ayudó a su compañero Remo Freuler a marcar el primer gol de Suiza en el minuto 37. Freuler controló un centro raso y luego voleó el balón hacia la esquina inferior de la portería de Italia.
Luego, al inicio del segundo tiempo, Vargas aprovechó un pase fallido del jugador italiano Fagioli, dio la vuelta y hábilmente hizo girar el balón desde el lado izquierdo del área penal y lo disparó al ángulo más alejado de la red italiana.
Italia no pudo defenderse y perdió el partido, lo que permitió a Suiza pasar a cuartos de final por segunda vez en su historia.
"El gol es para mi Padre que está en los cielos y para Jesucristo", dijo Vargas a la Radio y Televisión Suiza (SRF) durante una entrevista. Fue visto en las cámaras de televisión santiguándose después del gol en un gesto de su fe.
En una entrevista anterior con Aargauer Zeitung, publicada el 18 de junio, Vargas explicó que se convirtió al cristianismo después de escuchar mucho sobre la fe cuando era niño. En ese momento, dijo que era difícil de entender.
No fue hasta que empezó a jugar en el Augsburgo de Alemania, gracias al testimonio de su compañero de equipo y hermano en Cristo, Felix Uduokhai, que descubrió una fe viva.
"También me animó a unirme a una comunidad cristiana", recordó Vargas, revelando también las actividades devocionales que disfrutaba con Uduokhai, que lo ayudaron en su fe. "Leemos la Biblia o cantamos canciones de adoración. Esto fortaleció mi fe y me dio fuerza para mi vida".
Vargas también dijo que asiste regularmente a una iglesia y sigue los servicios en línea.
Su compañero de equipo Uduokhai, de 26 años, también ha expresado su fe en Cristo. Con una altura de 1,88 cm, el defensa zurdo asiste regularmente a la iglesia los domingos, cuando no es necesario para los entrenamientos o partidos del club de la Bundesliga.
“No a nosotros, Señor, no a nosotros sino a tu nombre sea la gloria, por tu amor y fidelidad”, dice Uduokhai en su perfil de Instagram.
"Siempre que tengo la oportunidad, trato de ir a la iglesia y asistir a un servicio", dijo Uduokhai al canal de noticias deportivas Spox, allá por noviembre de 2020. "O leo la Biblia en mi tiempo devocional. Para mí, esta es la base sólida sobre todo lo demás se basa en esto para mí, de ello saco fuerza, me tranquiliza y también me alegra”.
El prodigioso delantero de Francia, Olivier Giroud, de 37 años, también se ha dejado ver en la Eurocopa 2024. El jugador saliente del AC Milan ha marcado 57 goles con su país en 136 partidos, pero es su fe lo que le hace centrarse en el día a día.
“Me ayuda todos los días, me da fuerzas. Leo la Biblia todos los días. Cuando no anotas te sientes decepcionado, pero para mí lo más importante es estar preparado y ser resiliente. La fe me ayuda a creer siempre en eso”, habría dicho Giroud.
Cody Gapko, de 25 años, juega en la posición de delantero de Holanda y del Liverpool FC. Él le dijo a Mail Sport que su fe cristiana “me ayuda en toda mi vida”.
“Es un estilo de vida para mí. Llevo la Biblia conmigo a todas partes y todos los días, en el Reino Unido o en cualquier otro lugar. Hablo con la gente sobre ella todos los días, siempre tratando de aprender de ella. Mi familia es religiosa. Hay muchos pasajes diferentes que me gustan”, comparte Gapko.
Esa fortaleza de conocer la gracia de Dios reflejada en la Biblia es válida tanto para los fanáticos del fútbol como para las estrellas de renombre, según Brian Glynn, escritor de Christians in Sport.
Al escribir sobre la actuación de Inglaterra en la Eurocopa 2024 a modo de ilustración, Glynn dijo que los deportes están impulsados naturalmente por el rendimiento, pero que la gracia de Jesús es suficiente para nuestras vidas.
“La exigencia constante de actuar para el entrenador o la afición es agotadora. El impulso interno de actuar en nuestras vidas día tras día es insostenible. Pero en Jesús vemos una historia mejor”, escribió.
“Cuando nos condicionamos a creer que nuestro valor se define por cómo nos desempeñamos, vemos el amor de Cristo que es incondicional. La mayor verdad para cualquier deportista, desde el capitán de Inglaterra hasta el entrenador local, es saber que la única actuación que define es la victoria total y eterna de Jesús sobre el pecado y la muerte en la cruz” afirma Glynn.