
CURITIBA, Brasil – La dirección de una escuela pública en esta ciudad, capital del estado de Paraná, se encuentra en el centro de la controversia tras impedir que un estudiante cristiano compartiera sus creencias religiosas con sus compañeros en horario de recreo. La medida ha provocado una inmediata ola de críticas por parte de padres y organizaciones, abriendo un intenso debate sobre los límites de la libertad de expresión y el carácter laico de la educación en Brasil.
El hecho ocurrió en el Colégio Estadual Sao Paulo Apóstolo, donde el alumno Samuel Proenza de Souza fue llamado por la dirección después de que algunos padres presentaran quejas por sus actividades evangelísticas espontáneas.
Según el acta interna n 70/2025, la dirección argumentó que las conversaciones religiosas podían causar “incomodidad” entre los alumnos y resolvió prohibir esas expresiones dentro del establecimiento.
Durante la reunión con los padres, los directores Mércio Roberto Lopes y Juliano pidieron que Samuel y su representante legal se comprometieran a “replantear” sus acciones de fe. La medida fue interpretada por organizaciones cristianas como un acto de censura y una violación al derecho constitucional de libertad religiosa.
El caso fue divulgado por medios locales como Portal TELA y Comunhao, y rápidamente llegó a las redes sociales y a la agenda política del estado.
El vicealcalde de Curitiba expresó su apoyo al estudiante, señalando que “el Estado laico debe proteger todas las manifestaciones religiosas, no prohibirlas”.
Por su parte, el diputado estadual Alexandre Amaro consideró el hecho como inconstitucional y presentó un Proyecto de ley que busca garantizar el derecho de los alumnos a promover actividades religiosas voluntarias durante los recreos, tanto en escuelas públicas como privadas.
El Instituto Brasileño de Derecho y Religión también se pronunció. En un comunicado, sostuvo que las manifestaciones espontáneas de fe entre estudiantes, sin participación de docentes ni uso de recursos públicos, son legítimas y deben ser protegidas.
“El principio de laicidad no significa exclusión de la fe, sino neutralidad del Estado frente a las creencias”, señaló la entidad, al tiempo que advirtió sobre el riesgo de confundir laicidad con laicismo.
El caso de Samuel reavivó en Brasil un debate de fondo: hasta qué punto las escuelas públicas pueden limitar la expresión de fe de sus alumnos sin vulnerar los derechos fundamentales.