
¿Eres feliz?
Una pregunta sencilla, pero que puede evocar una amplia gama de respuestas emocionales dependiendo del contexto.
Hice esta pregunta a Google Gemini, un programa de inteligencia artificial. Aunque señaló: "No tengo sentimientos ni experiencias subjetivas", la IA reconoció una forma no emocional de utilidad.
"Puedo decir que funciono según lo previsto cuando soy capaz de ofrecer respuestas útiles e informativas", responde el modelo lingüístico de la IA. "En ese sentido, estoy 'funcionando óptimamente' cuando te ayudo".
Una respuesta interesante que se hace eco de la importancia de la atención y la benevolencia como motores de la felicidad, que constituye el eje temático del recién publicado Informe Mundial de Felicidad 2025. El informe fue publicado el pasado 20 de marzo por el Centro de Investigación del Bienestar de la Universidad de Oxford, en colaboración con Gallup, la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y un consejo editorial independiente.
"En la edición de este año, nos centramos en el impacto de cuidar y compartir en la felicidad de las personas", escriben los autores del informe en el resumen ejecutivo.
"Al igual que la 'Misericordia' en el Mercader de Venecia de Shakespeare, la solidaridad es 'doblemente bendita': bendice a los que la dan y a los que la reciben. En este informe, investigamos ambos efectos: los beneficios para los receptores del comportamiento solidario y los beneficios para quienes cuidan de otros".
El Informe Mundial de Felicidad también incluye un índice de felicidad, que clasifica a los países en función de factores como el apoyo social, los ingresos, la salud, la libertad, la generosidad y la ausencia de corrupción. Es probable que el índice resulte informativo para pastores y líderes de organizaciones cristianas atentos al bienestar emocional y espiritual de sus comunidades.
En respuesta al informe, el comentarista cristiano Jim Denison, del Foro Denison, escribió un artículo titulado "¿Te has perdido el Día Internacional de la Felicidad?", en el que analiza la búsqueda de la felicidad en la cultura actual.
"Deberíamos buscar la felicidad todos los días, no sólo un día elegido arbitrariamente por las Naciones Unidas", escribe Denison.
"Una cultura secularizada sólo puede buscar la felicidad en los acontecimientos de nuestro mundo", añade, refiriéndose a los “máximos históricos en Estados Unidos” de ansiedad, soledad y muertes por sobredosis.
"Buscar la felicidad en los acontecimientos no parece ser una estrategia ganadora", señala Denison. "La buena noticia es que hay un camino mucho mejor".
Denison contrasta la búsqueda de la felicidad a través de efímeros subidones emocionales con la satisfacción duradera de la que habló Jesús en las Bienaventuranzas (Mateo 5:3-10). Explica que la palabra griega makarios, utilizada por Jesús, "describe un estado de bienestar que trasciende las circunstancias".
"Siempre hay algo más que comprar y poseer, alguna nueva experiencia que buscar, algún nuevo estatus que alcanzar", escribe, sugiriendo que el consumismo nunca satisface el anhelo más profundo del alma.
En su lugar, Denison invita a los lectores a buscar los makarios de Cristo.
"¿Beberás el 'agua viva' que su Espíritu sólo puede dar a quienes se entregan a él?", pregunta. "Si lo haces, tu vida no podrá ser la misma. Tampoco las vidas en las que influyes. Y cada día se convierte en un día no de felicidad temporal, sino de bendición eterna".
Artículo publicado originalmente en Christian Daily International, versión en inglés de Diario Cristiano Internacional.