Un pastor evangélico protagonizó una acalorada discusión en una calle concurrida luego de que un hombre afirmara que Dios no existe. Este incidente, que rápidamente se volvió viral en TikTok, muestra el momento en que el pastor, mientras predicaba en la vía pública, fue confrontado por un transeúnte escéptico. El hombre, con tono desafiante, expresó su incredulidad en la existencia de Dios, lo que provocó una reacción del pastor firme pero respetuosa y un intercambio verbal que atrajo la atención de varias personas.
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Según informa La República, la conversación se tornó intensa cuando el pastor respondió enfáticamente, citando pasajes bíblicos y defendiendo su fe. "Dios es real, y su existencia no depende de que tú creas o no", declaró el pastor, intentando persuadir al hombre de reconsiderar su postura. La discusión generó un debate entre los presentes, algunos apoyando al pastor y otros cuestionando su insistencia.
Este tipo de enfrentamientos no es raro en lugares donde los predicadores llevan su mensaje a las calles. El pastor involucrado ha sido reconocido por su labor evangelizadora, pero este evento específico ha puesto en relieve la tensión existente entre creyentes y no creyentes en el espacio público.
Según El Popular, el video del incidente ha sido ampliamente compartido en redes sociales, donde ha generado tanto apoyo como críticas.
Este tipo de confrontaciones refleja el desafío de predicar en una sociedad cada vez más pluralista. El pastor evangélico Miguel Hernández, quien ha trabajado en la evangelización urbana, dijo a Diario Cristiano que: "Predicar la fe en las calles es un acto de valentía, pero también requiere sabiduría. No todos están listos para recibir el mensaje de la misma manera, y como cristianos, debemos estar preparados para responder con amor y paciencia, no con confrontación".
El video, que ha sido compartido y comentado miles de veces, ha suscitado un debate más amplio sobre la libertad de expresión religiosa y la convivencia en espacios públicos. Para muchos creyentes, la escena es un recordatorio de su misión evangelizadora, mientras que para los escépticos, plantea preguntas sobre los límites de la predicación en lugares públicos.