Este miércoles 29 de agosto sorprendió la noticia del cierre institucional de la Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación o más conocida como ALC Noticias, para el día viernes 30 de agosto de 2024. La publicación lleva la firma de la periodista Claudia Florentín quien fuera en los últimos años la editora general de la agencia ecuménica de comunicación, una de las más destacadas de Latinoamérica.
Según informó ALC, Rafael Soares de Oliveira, parte de su Mesa Directiva, declaró que “este es el fin de una institución, pero no de una causa mayor”, aunque no aclaró de qué forma seguirán velando por la mencionada causa.
“La Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación se originó hace 30 años en la ciudad de Quito, Ecuador, como un emprendimiento del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI), la Conferencia Cristiana del Caribe (CCC), la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana -Región América Latina y el Caribe (WACC-ALC por sus siglas en inglés), el Consejo de Iglesias Evangélicas Metodistas de América Latina y el Caribe (CIEMAL), y Luteranos Unidos en Comunicación (LUC). Fueron sus directores, Fernando Oshige, Enrique Zerbin y Leonardo Felix. La tarea editorial estuvo a cargo, por 12 años, de Fernando Oshige y por 18 años, de Claudia Florentin”, señalaron en el comunicado.
Con más más de 25 corresponsales, tres editores y un editor regional en el Caribe, publicó en tres idiomas, tomando el compromiso siempre del lado de la vida plena y digna para todos, una vida comprometida, dando lugar a la diversidad, a la pluralidad de voces, haciendo visible las agendas de las mujeres, de la justicia climática, de los pueblos indígenas, de los derechos humanos en la región. La publicación tuvo dos sedes: Perú y Argentina. Su alcance informativo fue más allá de las fronteras y es reconocida mundialmente.
Desde la Mesa Directiva señalaron que “el amor a la causa de las organizaciones confesionales comunicadoras se une al sueño histórico de una patria grande en el territorio que nos une como América Latina y el Caribe”.
Con énfasis señalaron que no murió sino que “vive más allá de estar presente en nuestros corazones, en todas las confrontaciones con los fundamentalismos de todo tipo que sobrecargan los medios de comunicación con deconstrucciones de los derechos humanos, amenazas a la dignidad, y la necesidad de narrativas alternativas – las que no se alimentan de odio y no alimentan enemigos a través de la confrontación. Vive en las voces a favor de los derechos, en las voces a favor de las víctimas y a favor de los vulnerables. Pero las construcciones humanas pasan y hay que reconstruirlas”, como un legado institucional hacia las nuevas generaciones.
Finalmente, indicaron que tras cerrar se proponen “reflexionar” con sus “socios y colaboradores sobre los desafíos del momento actual y los que puedan surgir en un futuro próximo”. Para ello organizarán un “encuentro virtual a fin de septiembre” y que “se espera realizar un encuentro celebrativo y de acción de gracias por el camino transitado”.
