COP30: una oportunidad para poner a la infancia en el centro de la acción climática

COP3

En el camino hacia la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se celebrará en noviembre de 2025 en Belém do Pará, Brasil, las organizaciones basadas en la fe han comenzado a movilizarse con fuerza para contribuir con propuestas claras y una voz ética ante la creciente emergencia climática.

Más de 50 líderes religiosos, comunidades indígenas y expertos en clima se reunieron recientemente en Brasilia para reflexionar colectivamente y presentar el documento “Un Llamado a la Acción rumbo a la COP30”. Esta iniciativa constituye una señal clara del compromiso de las organizaciones de fe con la justicia climática y el bienestar de las comunidades más afectadas.

La iniciativa fue acompañada del Consejo Mundial de Iglesias, y una de las organizaciones con base bíblica que participó de forma activa fue World Vision, representada por Welinton Pereira, director de Relaciones Institucionales y de Fe y Desarrollo de World Vision Brasil, como parte del trabajo que la organización impulsa a través de su programa de Acción Climática centrado en la niñez en América Latina y El Caribe.

Fe, justicia climática y centralidad de la niñez

El documento entregado a la ministra de Medio Ambiente de Brasil, Marina Silva, hace un llamado urgente a los gobiernos para actuar frente a la crisis climática con base en cinco prioridades:


    1.    Financiamiento climático justo y no endeudador.
    2.    Implementación efectiva del Fondo de Pérdidas y Daños.
    3.    Transición energética justa hacia energías 100% renovables.
    4.    Apoyo a comunidades en adaptación climática.
    5.    Participación significativa de quienes más sufren los impactos: pueblos indígenas, mujeres, jóvenes, niños y defensores del medio ambiente.  

Estas prioridades están profundamente alineadas con los cuatro puntos de interés que World Vision ha definido de cara a la COP30:
    1.    Colocar a la infancia en el centro de la acción climática, promoviendo la actualización de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs) que incorporen consultas y participación directa de niños, niñas y adolescentes.
    2.    Visibilizar el rol transformador de las organizaciones basadas en la fe en procesos de adaptación y mitigación frente al cambio climático.
    3.    Conectar la crisis climática con la lucha contra el hambre, mostrando cómo el deterioro ambiental incrementa la inseguridad alimentaria infantil.
    4.    Abogar por mecanismos de financiamiento climático más accesibles, equitativos y efectivos para las comunidades más vulnerables.

Este llamado conjunto de las organizaciones de fe resalta la importancia de integrar la perspectiva de la niñez en las políticas climáticas y reconoce el papel esencial que desempeñan las comunidades religiosas en la promoción de la justicia climática.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como COP, es el principal espacio de negociación global sobre políticas ambientales y climáticas. Cada año, gobiernos, organizaciones internacionales, científicos, comunidades indígenas y movimientos sociales se reúnen para debatir acciones concretas frente a la crisis climática, buscando acuerdos que garanticen la sostenibilidad del planeta y la protección de las poblaciones más vulnerables.

La COP30 no es solo una cumbre más. Es una oportunidad para encender la llama de la justicia, con la infancia como protagonista y la fe como motor de cambio. 

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