La Iglesia del Nazareno ha dado un paso importante en su misión de evangelización y discipulado en comunidades indígenas de Perú con la inauguración del Centro de Traducción Esther Carson.
Según un comunicado oficial publicado en el sitio web de la Iglesia del Nazareno, este centro tiene como objetivo principal traducir materiales educativos y religiosos esenciales al idioma quechua, hablado por millones de personas en la región andina.
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El centro, ubicado en Huancayo, Perú, lleva el nombre de Esther Carson Winans, la primera misionera nazarena enviada a Sudamérica en 1907. La elección del nombre honra el legado de Carson, quien dedicó su vida a servir en Perú.
El comunicado resalta que esta iniciativa busca cumplir con el mandato de la Iglesia de "hacer discípulos semejantes a Cristo en las naciones", abordando una de las principales barreras: el acceso limitado a materiales en idiomas indígenas.
“La misión de este centro es capacitar a los líderes nazarenos indígenas para que puedan estudiar la palabra de Dios en su propio idioma”, señaló el comunicado. Este esfuerzo es clave para que las comunidades quechua hablantes puedan comprender mejor los principios cristianos y fortalecer sus iglesias locales. Además, se espera que los materiales traducidos incluyan guías de discipulado, himnarios y programas educativos.
Una de las líderes del proyecto, identificada como parte del equipo de traducción, destacó la relevancia cultural y espiritual del trabajo. “Cuando los creyentes pueden adorar y aprender en su propio idioma, su fe se profundiza y su identidad como hijos de Dios se reafirma”, afirmó en una declaración recogida por el comunicado.
El Centro de Traducción Esther Carson no solo apunta a traducir materiales religiosos, sino también a preservar la riqueza cultural de las lenguas indígenas. Al proporcionar textos en quechua, se está contribuyendo a mantener vivo el idioma y a empoderar a las comunidades indígenas. La Iglesia del Nazareno enfatiza que este tipo de iniciativas fomentan la inclusión y la diversidad dentro del cuerpo de Cristo.
Con la puesta en marcha de este proyecto, la Iglesia del Nazareno reafirma su compromiso con la misión global. “Creemos que cada persona, sin importar su idioma o cultura, tiene el derecho de escuchar las buenas nuevas del evangelio en una forma que puedan entender plenamente”. Este esfuerzo representa un paso significativo en la tarea de llevar el mensaje de Cristo a todas las naciones y comunidades.