Brasil: Lula quiere que evangélicos sean “socios” de su Gobierno

Lula Da Silva
El entonces candidato a la presidencia de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva observa durante una reunión con personalidades de la sociedad civil en el Hotel Gran Mercure el 27 de septiembre de 2022 en Sao Paulo, Brasil. Rodrigo Paiva/Getty Images

En 2018, el conservador Jair Bolsonaro recibió un considerable respaldo de la comunidad evangélica en Brasil, lo que le permitió ganar la presidencia. Desde hace varios años, los evangélicos han emergido como una poderosa fuerza política, ocupando cerca del 40% de la cámara baja en el país. El actual mandatario brasileño, Luis Ignacio Lula da Silva, sabe que para que su partido permanezca en el poder, debe establecer vínculos con los evangélicos.

Andrew Rossati, periodista en Rio de Janeiro del conocido medio de negocios y finanzas Bloomberg, escribió un reportaje sobre este tema. En el episodio de este jueves del podcast: “Bloomberg Daybreak América Latina” Rossati asegura que “en Brasil, como en el resto de Latinoamérica, los evangélicos son el grupo religioso que crece más rápido… la diferencia es que están muy, muy, muy organizados políticamente y se han convertido en una fuerza política que tiene un efecto en las leyes sociales. Pero además en los últimos años están muy unificados por la derecha”.

Al ser consultado por el anfitrión del podcast sobre si el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) – el partido del presidente Lula – tendrá éxito captando el apoyo evangélico, Rossati afirma que “en el corto o medio plazo, es muy difícil para Lula penetrar de nuevo a esos grupos, porque en la última década, su partido ha estado involucrado en muchos casos de corrupción”.

Favela de Brasil
Morro do Borel es una favela situada en la Zona Norte de la ciudad de Río de Janeiro. La comunidad evangélica en Brasil está mayormente asociada con los pobres y la gente urbana. Fotografía: Javier Bolaños

El mismo Lula estuvo encarcelado durante varios años por cargos de corrupción, pero para el periodista de Bloomberg, posiblemente un desafío aún mayor para él es que su partido está fuertemente asociado con causas progresistas, como el aborto y el matrimonio igualitario. “Es muy difícil para un evangélico de a pie no ver eso como un bloqueo hacia ellos. O sea, el Partido de los Trabajadores está tratando de rehacer caminos, pero cualquier cosa va a ser de largo plazo para el PT”, sostiene Rossati.

Quizás lo más revelador expuesto por el reportero se trata de un plan que Lula está llevando a cabo con las iglesias evangélicas. “Es unas llamadas ‘parcerías’ [colaboraciones] o hacerles una especie de embajadores del gobierno, para captar y promover sus programas sociales. La comunidad evangélica en Brasil está mayormente asociada con los pobres y la gente urbana. En teoría, esos programas del gobierno de Lula, para ayudar a familias, darles transferencias y subsidios para casas, puede ayudarle mucho”.

Sin embargo el periodista asegura que muy pocos pastores y miembros de la iglesia evangélica están participando en estas alianzas estratégicas con el Gobierno actual lo que pone de manifiesto el gran reto que tiene el mandatario en los próximos meses y años.

Lula da Silva derrotó el 30 de octubre de 2022 a Jair Bolsonaro por una muy ajustada ventaja para regresar, 12 años después, a la Presidencia de Brasil, la mayor economía de América Latina. El éxito del veterano político fue celebrado por figuras de la izquierda latinoamericana. También el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no tardó en congratularse en ese momento por la victoria de Lula.

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