
Representantes del Consejo Directivo Nacional de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) se reunieron en la ciudad bonaerense de Tandil para llevar adelante un nuevo encuentro de trabajo, en formato ampliado junto al Consejo Pastoral local y pastores de la región.
El encuentro propuso como tema central: "Sanemos" en un formato de retiro/congreso donde no sólo se trata de un encuentro administrativo mensual, sino que busca el díalogo con cada uno de los pastores, en este caso, de Tandil.
La idea de la ACIERA Federal nace de la búsqueda constante que la institución lleva adelante en la representación nacional de pastores, iglesias, organizaciones, ministerios y denominaciones en el país. En su más de 40 años de servicio initerrumpido, ACIERA representa a más de 15 mil iglesias en todo el territorio nacional.
Según informó la entidad, la jornada fue “un valioso tiempo de comunión”, donde los líderes compartieron las últimas acciones y desafíos de la alianza a nivel nacional, además de escuchar la realidad y necesidades de la iglesia local. “Oramos juntos y fortalecimos la unidad del cuerpo de Cristo”, expresaron desde ACIERA.
El encuentro incluyó un devocional dirigido por el pastor José García, que marcó el tono espiritual de la jornada que se enmarca en la unidad y la confraternidad entre la pastoral argentina de manera "federal" incluyendo a las provincias de todo el país.
En el marco de la visita, parte del Consejo Directivo de ACIERA mantuvo una reunión con el intendente de Tandil, Dr. Miguel Ángel Lunghi, quien destacó “el valioso trabajo que las iglesias realizan en la ciudad, aportando valores, contención y esperanza a la sociedad”.
El diálogo se desarrolló en un clima de respeto y cooperación. Según ACIERA, fue “un tiempo de encuentro fraterno, donde se compartió fe, una palabra de aliento y el deseo de seguir siendo luz en los espacios de liderazgo y servicio público”.

El encuentro finalizó con una oración por el intendente, su gabinete y por toda la ciudad de Tandil, gesto que simbolizó el espíritu de unidad y compromiso ciudadano que caracteriza a la alianza evangélica.