Otro despertar espiritual está cobrando fuerza entre los jóvenes de Georgia, Estados Unidos, tal como pasó hace un año en Asbury. Es que recientemente, alrededor de 7.000 estudiantes se congregaron para elevar el nombre de Jesús en alto y experimentar la verdadera libertad que solo proviene de Él. Este encuentro que rememora de alguna forma el impactante servicio de adoración ininterrumpida que tuvo lugar durante 16 días en la Universidad de Asbury. Desde entonces, un fervor similar parece estar contagiando a diversas instituciones educativas y comunidades estudiantiles en todo el país.
Una situación verdaderamente llamativa se dio en estos días frente a la necesidad de pasar por las aguas del bautismo para expresar su fe de manera contundente. Los jóvenes en vez de elegir las tradicionales tinas bautismales, manifestaron su fe bautizándose en la parte trasera de camionetas, generando así un entorno verdaderamente singular. Jennie Allen, una de las líderes ministeriales que presidió los bautismos, describió la noche como “una locura” en una publicación de Instagram. “¡Él se está moviendo de nuevo!” exclamó, enfatizando la efervescencia espiritual que se vive en la Universidad de Georgia.
“La gente sigue preguntándonos qué está pasando. ¿Cómo sigue ocurriendo esto? Cuatro noches en cuatro campus, miles de estudiantes reuniéndose y cientos aceptando públicamente a Cristo y siendo bautizados. Quieren una fórmula. Lo entiendo. Yo también sigo pensando lo mismo. Pero sabemos en lo más profundo de nuestro ser que esto es un movimiento de Dios. Todos hemos hecho las mismas cosas que estamos haciendo ahora en habitaciones y esto no ha sucedido. Creo que estamos presenciando los inicios del próximo gran avivamiento”, reflexiona Allen en otra publicación de Instagram.
En el video, Allen profundizó en la experiencia, describiéndola como "muy poderosa". Explicó que los bautismos siguieron a un evento evangelístico en el Stegeman Coliseum dirigido por ella y Jonathan Pokluda, otro reconocido líder ministerial.
La lider compartió una pregunta sencilla desde el escenario, sobre quién deseaba abrazar a Jesús, lo que desencadenó una respuesta conmovedora: miles de jóvenes se pusieron de pie, expresando su anhelo de seguir a Cristo. "Predicamos acerca de Jesús, la adoración fue increíble", exclamó Allen, visiblemente emocionada. "Había hasta 7.000 u 8.000 estudiantes reunidos en el estadio. Y así, mientras estábamos predicando acerca de Jesús, confesando el pecado... todos estos estudiantes, y es tan hermoso”.
Posteriormente, los bautismos se llevaron a cabo en un estacionamiento frente a una fraternidad universitaria. “Encontramos un estacionamiento público y conseguimos cuatro camionetas”, explicó Allen. “Y estábamos bautizando a chicos en cuatro camionetas. Todos estos chicos de la fraternidad estaban mirando. Es simplemente una locura”, señaló.