Así lo plantea Viviane Morales, embajadora delegada permanente de Colombia ante la Unesco, quien en su habitual columna del diario El Tiempo advierte de las intenciones del presidente Petro y sus colaboradores.
Se trata del proyecto de ley 270 del Senado el cual pretende prohibir las llamadas terapias de “conversión”. En concreto, prohíbe los llamados Esfuerzos de Cambio de Orientación Sexual e Identidad y Expresión de Género (ECOSIEG). “Este proyecto amenaza a los padres de familia con meterlos a la cárcel por el delito de tortura (de once a veintidós años de prisión) cuando quieran ejercer sobre sus hijos menores su cuidado y orientación respecto de temas tan delicados como la sexualidad y la cultura familiar”, indicó la embajadora a El Tiempo.
Jesús Magaña, presidente de Unidos por la Vida, calificó como “muy preocupante”, que en el trámite del proyecto de ley 270-2024 que cursa en el gobierno colombiano, esté habiendo una indebida intromisión del gobierno estadounidense, pues en el Congreso se han “presentado en pleno los funcionarios de la embajada de los EE.UU. para presionar”.
“Esta es una ley que está promoviendo el gobierno del presidente (Joe) Biden en todo el mundo y está haciendo una muy fuerte presión en Colombia para que sea aprobada”, afirmó Magaña a Aciprensa.
“Como decir que los padres ya no podrán transmitirles a sus hijos sus valores respecto de la condición de hombre o de mujer, de familia o de paternidad o de maternidad, porque correrían el peligro de ser denunciados por cualquier profesor o por cualquier vecino por distintos delitos que comenzarían en la indefinible frontera de aquello que han dado en llamar ‘el libre desarrollo de la personalidad’”, planteó Morales Hoyos.
“Se trata de eliminar el deber de cuidado de los padres y la sociedad sobre los menores con el fin de dejarlos solos cuando ellos, los menores, se enfrenten a conflictos propios de la niñez y de la adolescencia en los laberintos humanos de las identidades”
La intencionalidad evidente es la de borrar la autoridad parental y dejar a decisión de los menores elegir qué quieren ser, cómo quieren vivir, en qué quieren creer sin ninguna guía adulta parental.
“Se trata de eliminar el deber de cuidado de los padres y la sociedad sobre los menores con el fin de dejarlos solos cuando ellos, los menores, se enfrenten a conflictos propios de la niñez y de la adolescencia en los laberintos humanos de las identidades”, señaló la embajadora colombiana quien además sostuvo con firmeza que “les quitan a los padres el derecho de hacer conocer su criterio a sus hijos y de transmitirles su tradición, sus valores, su cultura. Y ni qué hablar de si los padres llegaren a considerar que sería importante acudir a un apoyo profesional especializado. Este proyecto les quita ese derecho en tanto amenaza también en convertir en delincuentes torturadores a los médicos, a los psicólogos, a los sacerdotes, a los pastores”.
Asimismo, se señaló que quienes promueven y apoyan el proyecto 270 parten del dogma de que supuestamente “no hay nada que curar”, cuando “la experiencia científica y lo sucedido en otros países demuestra que la mayoría de los niños y adolescentes que sufren confusión de género corrigen dicha confusión en su juventud o madurez”.
“Definitivamente las amenazas totalitarias no vienen solas, ellas siempre buscan meterse por las hendijas culturales a través de múltiples expresiones. Si no hubiera sido porque este proyecto de ley viene encubierto bajo el espectro ideológico totalitario del gobierno de Gustavo Petro, les hubiera resultado imposible adelantarlo tan en secreto como lo han hecho hasta ahora. En medio de cualquier gobierno que respetara mínimamente los principios y los valores constitucionales de la familia, por lo menos se hubieran abierto las ventanas de una gran discusión nacional”, indicó Morales.
Diario Cristiano buscó tener una declaración por parte de la Confederación Evangélica de Colombia (CEDECOL) y al momento de cerrar esta nota no tuvo una respuesta concreta, sólo la promesa de recibir un comunicado que se estaría elaborando próximamente.
No obstante hemos podido participar de una transmisión en vivo por redes sociales donde la presidente de la Confederación, Lydia Arias de García contó desde Medellín donde se encuentra participando de una actividad con diferentes organizaciones eclesiásticas, que "como hombres de fe e hijas de Dios creemos en el Espítiru Santo para guiarnos en las cosas grandes. CEDECOL aglutina a nueve mil iglesias y esperamos dar fruto, un fruto de que nos visibilicemos en el país. Hoy tenemos un gran reto, el próximo miércoles [5 de junio de 2024] vamos al Senado de la República a decir 'aquí están las firmas nuestras'. Espero que todos nosotros en una gran revolución, una revolución de Cristo. No estoy hablando de una revolución de guerrilla. Si no que sea esa revolución de la fe para decir somos muchos y aquí estamos, ¡escúchennos! Esta es una manera de estar representados".
Este tema está en el tapete, por lo cual la CEDECOL está trabajando en el levantamiento de firmas para ser presentadas el miércoles 5 de junio ante los legislativos que están deliberando sobre el tema. Además realizarán una manifestación frente al Congreso. "Como el ingreso es limitado, puedes acompañarnos en el plantón frente a la plaza Nuñez ese mismo día", señala el instructivo de recolección de firmas en el que además recomiendan "llevar tambores o instrumentos musicales para hacer ruido" y de esa manera hacerse escuchar.
Arias de García señaló que mantienen conversaciones con personas que trabajan en el gobierno acerca de este tema y que "ha sido un tiempo enriquecedor".