Septiembre marca dos hitos importantes vinculados con la traducción bíblica. La culminación de impresión de la Biblia en castellano y el reconocimiento al traductor de otra Biblia relevante para los hispanoshablantes.
En primer lugar, el 26 de septiembre de 1569 en Suiza se terminaron de imprimir los primeros 260 ejemplares de la Biblia en español conocida como la “Biblia del Oso”. Llamada así por la ilustración de su portada: un oso intentando alcanzar un panal de miel colgado de un árbol, un mensaje criptosimbólico con el cuál se evitaba el uso de iconos religiosos ya que en aquél tiempo estaba prohibido cualquier traducción de la Biblia a las lenguas vernáculas.
Este emblema bien podría entenderse de la siguiente forma: el mazo, que ha hendido el árbol propiciando que la miel y abejas salgan de su interior, es el instrumento que hace posible que la miel, la palabra de Dios, mane libremente y así pueda alimentar al oso hambriento, los cristianos. El grabado tiene a los pies un libro con el Tetragrámaton, las cuatro letras del nombre de Yahvé, y un versículo del profeta Isaías a modo de lema, redactado en hebreo y en castellano: "La Palabra del Dios nuestro permanece para siempre".
Esta traducción fue hecha por Casiodoro de Reina, y luego sería revisada por Cipriano de Valera, convirtiéndose en la traducción Reina Valera, la de mayor circulación en el mundo de habla hispana y la más apreciada por las iglesias protestantes y evangélicas.
La Biblia del Oso es un gran legado de fe para los cristianos de habla hispana. La versión de Reina fue la primera traducción de la Biblia completa en castellano teniendo como base textual los manuscritos en hebreo y griego.
Por otro lado, el 30 de septiembre la Iglesia Católica Romana conmemora el día de Jerónimo de Estridón, conocido como San Jerónimo, quien fue el traductor de la Vulgata Latina (de vulgata editio, que se traduce como “edición para el pueblo”) y publicada en el siglo IV. Esta versión fue declarada en 1546, durante el Concilio de Trento, la edición auténtica de la Biblia para Iglesia Católica Romana.
En el año 382, corrigió la versión latina existente del Nuevo Testamento y en la década de 390 comenzó a traducir el Antiguo Testamento directamente del hebreo, ya había traducido fragmentos de la Septuaginta provenientes de Alejandría. Completó su obra con la Vulgata en el año 405.
El mes de la Biblia es una celebración tanto personal como comunitaria. En varios países está legalmente instituido como el Mes de la Biblia y reconocido en el calendario gubernamental. En otros apenas si se puede leer públicamente la Palabra de Dios. Lo cierto es que en septiembre la difusión bíblica tiene un espacio destacado por la iglesia cristiana.
Presentamos la reflexión a cargo del Director General de la Sociedad Bíblica Argentina, Ruben Del Ré. Donde descubre la importancia de septiembre en la difusión de la Palabra de Dios y la relevancia de fomentar la lectura pública de las Escrituras en nuestras iglesias.