Entre los testimonios que la Alianza Evangélica Brasilera (AEB) recogió en estos días de emergencia por lluvias en el estado de Río Grande do Sul, una señora se acercó al pastor Cassiano Luz, director ejecutivo de la alianza, y le dijo: "¿puedo pedirle algo?" y él le respondió que sí. "Yo solo quiero una Bíblia", susurró la mujer.
El momento fue sumamente emotivo y se refleja en el relato del pastor a través de Instagram. "Pasé por un refugio, hay 6 en [el municipio de] Cruzeiro do Sul. Conversando con las personas comenzaron a pedir algunas cosas, pañuelos húmedos, pañales, ropa grande, etc. Y entonces dije, vamos a traerlo mañana, mañana vendré temprano sin falta y traeré comida. Me estaba yendo, una señora, una ancianita me llamó, y me dijo bajito al oído, ¿puedo pedirte algo? Y yo dije, claro, no sé si podré, pero sí. Y entonces comenzaron a rodar lágrimas por sus ojos y dijo, ¿puedes conseguirme una Biblia? Porque la mía se la llevó la inundación. Es uno de esos momentos en los que te desmoronas, ¿verdad? Ya está oscureciendo aquí, pero le dije, voy a volver hoy para darte la Biblia".
En medio de la necesidad material más profunda ella sólo requería de una Biblia. Sin duda necesita muchas cosas porque el agua arruinó sus posesiones materiales y quizás hasta haya perdido su casa, pero lo único que ella pidió fue una Biblia. Porque la Palabra de Dios, su poder expresado en ella, es lo que restaura vidas. Y esta mujer lo sabe.
La Alianza Evangélica Brasilera continúa trabajando con voluntarios provenientes de diferentes lugares del país y tienen una lista de espera a quienes le piden que estén “preparados porque en cualquier momento se les designa un lugar”, aseguró Cacciano Luz quien se encuentra en el lugar de catástrofe desde hace días ayudando a la población.
“Estamos recibiendo un volumen mayor de voluntarios y un volumen mayor de donaciones. Camiones llegan todos los días”, indicó el funcionario. Luz además les pidió a las autoridades municipales: “Por favor asuma la gestión de emergencia en el municipio”, según la publicación de AEB en Instagram. La gran mayoría de los trabajos de rescate y atención está en manos de civiles autoconvocados, que solidariamente llegaron con sus propios elementos a dar una mano, según el relato de un periodista de la cadena de noticias CNN.
Llueve de nuevo y Defensa Civil ordena que nadie vaya a la ciudad de Porto Alegre. Pero la asistencia a las personas rescatadas no se paraliza. Les dan de comer, les proveen de kits de aseo personal, ropa para poder cambiarse, los escuchan, los abrazan y lloran con ellos. Son los voluntarios que dejando la comodidad de sus casas fueron a socorrer a los necesitados.
“Hoy nuestro equipo de voluntarios fue convocado para ayudar a ‘rescatar’ una escuela que estaba siendo inundada y en riesgo de perder todo lo que quedaba incluyendo las donaciones que ya habían recibido”, aseguraron desde la AEB.
Crece preocupación por la emergencia
Las lluvias volvieron a ser torrenciales y lo poco que el agua había cedido comenzó a aumentar nuevamente el caudal de los ríos. En una región ya arrasada por inundaciones que dejan más de 140 muertos y centenas de miles de desalojados de sus casas, el crecimiento de los ríos preocupa y mucho.
“Prácticamente todos los grandes ríos del estado presentan tendencia de elevación”, informó el organismo de Defensa Civil del estado Rio Grande do Sul, que atraviesa la peor catástrofe climática de su historia. Las inundaciones históricas ahí, provocadas por fuertes lluvias desde los últimos días de abril, han afectado a más de dos millones de personas. La medición de la Agencia Nacional de Agua y Saneamiento Básico (ANA) informó que el nivel del río Guaíba, en Porto Alegre, alcanzó los 4,78 metros. Las autoridades apuntan a que seguirá creciendo y podría alcanzar los 5,5 metros.
“Oren por la gente de Rio Grande do Sul en este momento difícil causado por las lluvias. Apoyemos también a la iglesia de Cristo que está a la vanguardia de varias organizaciones benéficas en esa región” pidió Ronaldo Lidório, teólogo y escritor brasileño, en sus redes sociales.