
Investigadores de un sitio arqueológico en la antigua ciudad romana de Listra, en la actual Turquía, encontraron una de las mayores pruebas físicas de los viajes misioneros del apóstol San Pablo a la región de Anatolia: las ruinas de una iglesia de unos 30 metros de largo que habían estado ocultas durante siglos bajo el suelo de la antigua colonia romana, fundada por el emperador Augusto.
Las peregrinaciones de San Pablo son citadas varias veces en el Nuevo Testamento. La propia ciudad de Listra aparece ocho veces en las Sagradas Escrituras.
Ahora, después de las excavaciones en el lugar, equipos de la Universidad Necmettin Erbakan sacaron a la luz un templo cristiano construido posiblemente al final de la Antigüedad, alrededor del siglo V.
¿Qué significa el descubrimiento de los arqueólogos en Turquía?
El hallazgo demuestra que la región de Asia Menor —conocida en el pasado como Anatolia— jugó un papel fundamental en la popularización de la fe cristiana durante los siglos I, II, III y IV. Este período es conocido como Cristianismo Primitivo, en el que el mensaje del Evangelio fue difundido oralmente por apóstoles y seguidores de Jesucristo.
"Ya podemos afirmar que esta era una iglesia central", comentó uno de los responsables de la investigación de campo, el profesor İlker Mete Mimiroğlu, para el sitio Anatolian Archaeology.
Además de la imponente estructura, los arqueólogos encontraron mosaicos dorados y paredes ricamente ornamentadas, rasgos artísticos característicos del período. Según el profesor, las proporciones del templo sugieren que el lugar era el principal foco de contemplación y oración cristiana.
¿Qué sucedió en Listra para que sea considerada importante?
Antes de la toma islámica durante el siglo VIII, Listra fue un importante lugar de peregrinación para la comunidad cristiana en la región de Anatolia. La relevancia del lugar se debe al célebre episodio narrado en Hechos 14, cuando San Pablo y Bernabé son confundidos por los residentes locales con los dioses griegos Júpiter y Mercurio.
El malentendido ocurrió, de acuerdo con el texto religioso, después de que los misioneros realizaran milagros por toda Anatolia, siendo el más notable de ellos la curación de un ciudadano cojo.
El caso, según el profesor Mimiroğlu, llevó a eventos dramáticos, cuyo resultado contribuyó a que la intervención divina en Listra “se convirtiera en uno de los milagros fundamentales del cristianismo y un símbolo de las primeras pruebas de la fe”.
Cristianismo Primitivo: el descubrimiento de arqueólogos comprueba tesis
El hallazgo del templo religioso en Listra también corrobora la tesis de los estudiosos de que el lugar sirvió como uno de los principales centros de expansión de la fe durante el Cristianismo Primitivo, siendo visitado en tres de los cuatro viajes misioneros de San Pablo.
Otro personaje relevante de la Biblia intrínsecamente ligado a Listra fue el joven discípulo Timoteo, citado en las Escrituras como “hijo espiritual” de San Pablo. Fue nombrado como uno de los primeros obispos de la región, simbolizando el establecimiento formal de la jerarquía de la iglesia en Anatolia.
Además, el descubrimiento de artefactos islámicos dentro de las capas de las ruinas de la basílica cristiana revela una prueba sustancial de que, incluso después de la toma de Listra por parte de los seleúcidas (pueblo turcomano musulmán), cristianos e islámicos coexistieron en Asia Menor.
Esto demuestra que, cuando llegaron los seleúcidas, la población cristiana local no desapareció", añade Mimiroğlu. "Continuaron sus vidas bajo el gobierno selyúcida, dentro de una atmósfera de tolerancia", concluye.





