La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) reveló el impacto de la Acción Social de las Iglesias y Entidades Sociales Protestantes en la sociedad española a través de un informe especialmente elaborado. Lo que pone de manifiesto un efecto directo con la justicia social y el papel relevante que cumple el Cuerpo de Cristo.
Según un estudio encargado por esta entidad, en 2022 se llevaron a cabo un total de 2.053 proyectos de Acción Social, lo que implica la atención de 1,83 millones de personas. “Los servicios ofrecidos son variados y se adaptan a las necesidades de cada comunidad. Desde el reparto de alimentos y ropa hasta la formación socio-laboral y la educación en valores. Las Entidades e Iglesias Protestantes están comprometidas con el bienestar integral de las personas a las que sirven”, señala Actualidad Evangélica medio de información de la FEREDE.
De igual manera el informe destaca “la atención especial a las personas refugiadas, mujeres víctimas de trata y explotación sexual, personas drogodependientes, personas mayores y familias con niños y niñas sin recursos económicos”. Es un abanico de situaciones y oportunidades de servicio que no se desaprovechan. Y es un constante motivo de acciones comunitarias en pro de quienes están afectados por la falta de recursos materiales.
Además informaron que no se limitaron al suelo español sino que están involucrados “en proyectos de desarrollo comunitario en Europa, Asia, América y África”. Dando cuenta de una amplitud de servicios y compromisos de índole social para “ayudar a los que más lo necesitan”.
Los números impactan. Detrás de estos proyectos, se encuentra más de 39 mil personas involucradas activamente en programas de Acción Social, en su mayoría se trata de voluntarios que “contribuyen con su tiempo y esfuerzo” para lograr este impacto. Pero lo que más permite vislumbrar la envergadura del trabajo desarrollado es la inversión económica que posicionan a la Acción Social Evangélica en la sexta posición de inversión en Acción Social en España por detrás de la Cruz Roja Española, la Conferencia Episcopal Española, ACCEM, CEAR y la Asociación Española Contra el Cáncer. “Durante 2022, se invirtieron más de 83 millones de euros en Acción Social, de los cuales 52,8 millones son aportados por las propias Entidades Sociales e Iglesias”, señala el informe.
Según el Observatorio del Pluralismo Religioso de España, "la acción social de las confesiones se sostiene, en términos generales, con estructuras pequeñas, con un voluntariado organizado alrededor de comunidades locales y con muy poco personal liberado o asalariado en sus proyectos. Evidentemente existen organizaciones más estructuradas, incluso de ámbito internacional, pero el peso mayor recae en lo local. Una característica esencial es la alta participación de personas voluntarias, la mayoría pertenecientes a la confesión, en todo el desarrollo de los proyectos. La financiación es básicamente propia, cuenta con muy poca ayuda del sector público o privado".
El objetivo del estudio, publicado por el Observatorio del Pluralismo Religioso, era en cierto modo sacar de la “invisibilidad la acción social de las minorías religiosas que también hacen una aportación al bien común”.
En este sentido el diario La Vanguardia publicó que los evangélicos cuentan "con un mayor número de entidades sociales" que otras confesiones. La periodista Silvia Oller señaló que son "más de 180, que ponen el foco principalmente en la atención de personas en situación de pobreza o exclusión social".