
La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) emitió una declaración pública en la que manifestó su “consternación y profundo dolor” por el asesinato de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15), ocurrido recientemente en la localidad de Florencio Varela en Buenos Aires.
Las tres jóvenes habían desaparecido en La Matanza y, tras una semana de incertidumbre, sus cuerpos mutilados fueron hallados este miércoles en una vivienda de Florencio Varela, a unos 20 kilómetros al sur de la Ciudad de Buenos Aires. El caso expuso la brutalidad con la que operan las redes de narcotráfico y generó múltiples especulaciones en torno a su trasfondo.
Brenda y Morena eran primas y Lara, amiga cercana de ambas. Brenda del Castillo, de 20 años, era madre de un niño de apenas un año. “Era una chica buena, y ninguna de las tres merecía este final”, expresó su madre con profundo dolor en diálogo con medios nacionales. Morena Verdi vivía en Ciudad Evita junto a su madre y sus dos hermanos pequeños, mientras que Lara Gutiérrez, la más joven del grupo, residía con su abuela y, según Infobae, solía asistir a una iglesia evangélica los domingos con su familia.
De acuerdo con medios nacionales, las jóvenes habían sido invitadas a una vivienda del barrio Villa Vatteone con la promesa de recibir 300 dólares por asistir a una supuesta “fiesta”. Sin embargo, el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, aseguró que en realidad fueron víctimas de una trampa tendida por una organización transnacional vinculada al narcotráfico. “Se trató de una sesión de asesinato y tortura transmitida por redes sociales, que habría sido vista por 45 personas desde una cuenta de Instagram”, afirmó el funcionario, y definió el crimen como un acto de “disciplinamiento” dentro de la estructura criminal.
Frente a este hecho, ACIERA advirtió que no puede desvincularse de problemáticas que atraviesan al país, como el narcotráfico y la trata de personas, fenómenos que —según indicó— prosperan en contextos de pobreza, violencia y debilitamiento de los valores familiares.
La entidad evangélica recordó que las comunidades de fe trabajan activamente en la prevención, asistencia y acompañamiento de víctimas de trata, así como en programas de recuperación de personas con adicciones. “La trata se convierte en una moderna práctica de lo que fuera la esclavitud”, señaló el comunicado, reafirmando que todo ser humano posee un valor inviolable al haber sido creado a imagen de Dios.
Asimismo, instó al Estado a asumir un rol más activo y firme frente a estas problemáticas: “Es el Estado, a través de sus tres poderes, quien debe garantizar a todos los ciudadanos el respeto a sus derechos fundamentales. En este marco, hacemos un llamado a que se utilicen todos los recursos humanos, técnicos, jurídicos y logísticos para evitar el funcionamiento de redes criminales de trata y narcotráfico y, en su caso, lograr la condena de los responsables penales”.
Finalmente, la organización expresó su solidaridad con las familias de las tres jóvenes asesinadas y ratificó su compromiso de continuar trabajando pastoral, espiritual y socialmente en la lucha contra estos flagelos.
La declaración concluyó con una cita bíblica de Proverbios 31:8-9: “Abre tu boca en favor del mudo, en el juicio de todos los desvalidos. Abre tu boca, juzga con justicia, y defiende la causa del pobre y del menesteroso”.