La selección nacional de fútbol de Sudán se clasificó para la Copa Africana de Naciones 2025 a pesar de la guerra civil que asola el país desde hace casi dos años. El seleccionador del equipo, el ghanés Kwesi Appiah, dio “gloria a Dios” por la clasificación en medio de una devastadora guerra civil y de la dura competencia de otros equipos.
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“Damos gloria a Dios por traer sonrisas al pueblo de Sudán a través de esta clasificación para la #AFCON”, publicó Appiah en su cuenta de Instagram.
Sudán y otros 23 equipos, entre ellos Nigeria, Mali, Sudáfrica, Tanzania, Senegal, Camerún y el anfitrión Marruecos, lucharán por levantar el trofeo futbolístico más preciado del continente durante este mes. La selección sudanesa de fútbol, conocida como “Halcones de Jediane”, quedó segunda de su grupo, por delante de Níger y Ghana.
Appiah, de 64 años, ex seleccionador de las Estrellas Negras de Ghana y exfutbolista, guió a Sudán en un estéril empate en Accra y en una victoria por 2-0 sobre Ghana, su país de origen. En una entrevista concedida a la BBC, Appiah declaró que su deseo habría sido que tanto Sudán como Ghana se clasificaran para la Copa Africana, pero añadió que “una vez que eres profesional, te fijas en dónde estás trabajando. Si Ghana no está a la altura de las circunstancias, no puedo hacer nada”.
Los Halcones de Jediane también están bien situados para clasificarse para la Copa Mundial 2026, ya que ocupan el primer puesto de su grupo de clasificación, por delante de pesos pesados como Senegal, la República Democrática del Congo y Togo.
“Damos gloria a Dios por traer sonrisas al pueblo de Sudán a través de esta clasificación para la AFCON”. - Kwesi Appiah
La actuación estelar de Sudán sobre el terreno de juego ha sido aún más impresionante por ser el único equipo que no ha tenido la ventaja de jugar en casa. Los campos de fútbol de la capital, Jartum, y de otras ciudades han sido destruidos por la guerra, utilizados como centros humanitarios o, lo que es peor, convertidos en cementerios. Las vecinas Libia y Sudán del Sur han acogido los partidos “en casa” de Sudán, con el equipo entrenándose desde Arabia Saudí o Marruecos. La liga nacional de fútbol se suspendió cuando estalló la guerra, por lo que el seleccionador disponía de menos jugadores.
Además, infraestructuras básicas como carreteras, hospitales y escuelas han quedado destruidas en la guerra entre el ejército sudanés y la milicia de las Fuerzas de Apoyo Rápido, que se ha cobrado unas 150.000 vidas y ha desplazado a cerca de 12 millones de personas en lo que Naciones Unidas califica como la “peor crisis humanitaria del planeta”.
La mayoría han perdido a parientes cercanos y amigos en la guerra, mientras que otros han quedado separados de sus familias. Pero las terribles condiciones de Sudán no han mermado la determinación del equipo ni la de Appiah, que ahora tiene la vista puesta en garantizar que el equipo obtenga buenos resultados en la Afcon y se clasifique para la Copa Mundial.
"Por encima de todo, he aprendido a convivir y a trabajar con la gente, y a dirigirla con elegancia en tiempos normales y difíciles" - Kwesi Appiah
“Por la gracia de Dios, nos hemos clasificado (para la Afcon). Nos prepararemos muy bien y nos aseguraremos de tener un equipo fuerte... como ya he dicho, en cualquier competición en la que participemos, iremos con todo para ganar. No creo en la idea de participar en una competición con la mentalidad de que te van a eliminar en la primera ronda. En lugar de eso, una vez que estás dentro, aspiras a la copa en lugar de salir sin nada”, afirmó Appiah.
Otra pluma en la gorra es su autobiografía, recientemente publicada, en la que ha recopilado casi 40 años de jugar y entrenar al fútbol. En “Leaders don't have to yell - National team coaching on leading high-performance teams” (“Los líderes no tienen que gritar - Entrenamiento de la selección nacional para dirigir equipos de alto rendimiento”), Appiah lleva al lector por un viaje de valles profundos y montañas cumbres de su carrera como futbolista profesional.
“He aprendido de mis victorias y de mis derrotas. He aprendido en los momentos seguros y en los inciertos. He aprendido de los elogios y del aprecio, y también he aprendido de la resistencia y de las críticas. Por encima de todo, he aprendido a convivir y a trabajar con la gente, y a dirigirla con elegancia en tiempos normales y difíciles”, señala parte de la introducción del libro.
En última instancia, Appiah espera que el equipo de fútbol de Sudán una al país dividido, “tal vez a través del fútbol la guerra podría incluso llegar a su fin”, dijo Appiah, que entrenó a las Estrellas Negras de Ghana en el Mundial de 2014 y en la Copa de África de 2019.
Artículo publicado originalmente en Christian Daily International, versión en inglés de Diario Cristiano Internacional.